Cuando la crisis acecha, las ideas apremian. Así lo confirman Alejandra Cedrés y José Antonio Olivieri, un matrimonio que hace cuatro años decidió apostar al rubro de antigüedades y hoy son impulsores de la única feria de garaje de este tipo en Comodoro Rivadavia.
Según contó Alejandra, todo comenzó cuando a José lo tuvieron que operar de la columna. Esto los llevó a buscar alternativas laborales y se les ocurrió la idea se comenzar a vender objetos antiguos. Así comenzaron a vender en un formato tipo de feria de garage, en un galpón de la calle La Pampa.
Allí estuvieron varios años hasta que hace un tiempo decidieron mudarse a la calle Sargento Cabral, donde cada tarde abren la puerta a un mundo de recuerdos.
En la feria, denominada anticuario Oliveri, que funciona como un comercio formal con habilitación municipal, se pueden encontrar objetos "viejos de hace 30 años" como dice Alejandra o antigüedades: muñecas de porcelana, vitrolas de 1900, sifones rosados o ingleses, teléfonos y radios.
"El hombre mayormente busca todo lo relacionado con autos: volantes, patentes, tasas, espejos. Les encantan. Las mujeres, en cambio, buscan vajillas, cristalería", explicó Alejandra sobre qué es lo que buscan los clientes en este tipo de espacios.
"Yo digo que esto es como Wall Street porque acá se pone algo de moda y encarece, y cuando pasa el tiempo va bajando, no es que tenemos un catálogo y podemos disponer de todo", agregó.
Así en la feria se pueden encontrar desde máquinas de coser antiguas, radios, máquinas fotográficas, juguetes, y otros fantásticos objetos, como un viejo equipo de comunicación policial, una registradora que habría sido de La Anónima, y hasta un juguete edición limitada que lanzó el Automóvil Club.
Por cuestiones de seguridad ellos no compran productos en esta ciudad, pero sí los toman en consignación. De esa forma el cliente dice qué precio le quiere poner al objeto y ellos lo venden bajo la responsabilidad del propietario, quien lo utiliza como si fuera una feria de garage.
- 07 agosto 2016