Una oficial de policía quedó en el centro de una controversia institucional después de que se difundieran en redes sociales varios videos donde aparece con uniforme y en una actitud catalogada como “indecorosa” por sus superiores.
La situación derivó en un sumario administrativo, la intervención de Asuntos Internos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y una medida inmediata: su pase a disponibilidad mientras continúa la investigación.
El episodio reabrió el debate sobre los límites del uso del uniforme, la exposición en redes y el impacto que estas conductas generan dentro de las fuerzas de seguridad.
El caso se conoció cuando la Comisaría Vecinal 12B informó que la oficial, identificada como Nicole Gabriela V., se encontraba bajo licencia médica por “estatus convulsivo” y a la espera de una junta médica. Mientras regía esa licencia, comenzó a circular un video publicado en una cuenta de Instagram.
En las imágenes se observa a dos mujeres jugando al pool con uniforme policial, sin identificación visible, y manteniendo una interacción con seguidores en un tono que las autoridades describieron como “inocente, controlado e insinuante”.
El material se viralizó con rapidez. La fuerza confirmó que una de las protagonistas era efectivamente la oficial V., mientras que la otra mujer no forma parte del cuerpo policial. El registro audiovisual acumuló cientos de visualizaciones y generó preocupación interna por la forma en que se utilizó el uniforme y por el estilo del contenido.
A partir de la verificación del material, se abrió un sumario por conducta “indecorosa”, con intervención inmediata de Asuntos Internos. Desde la fuerza señalaron que este tipo de exposiciones “afecta el prestigio institucional”, ya que el uniforme posee un valor simbólico que obliga a una conducta acorde dentro y fuera del servicio.
El parte oficial recordó que el uso indebido del uniforme infringe la Ley 5688 de Seguridad Pública, norma que regula la actividad policial, las facultades operativas y los parámetros éticos. Para las autoridades, la conducta evidenciada en el video vulnera esas obligaciones y proyecta una imagen contraria a la que la Policía de la Ciudad busca transmitir.
El 16 de octubre, mediante la Resolución 2025-642-GCABA-SECSEG, el secretario de Seguridad dispuso que la oficial pase a situación de disponibilidad. Esta medida implica su apartamiento temporal de funciones mientras avanza la investigación administrativa y se determina la sanción definitiva.