Según relató la abogada del Ministerio Público Fiscal, Camila Nardelli, el imputado se acercó al domicilio de su ex pareja al mediodía y, sin permiso, le sustrajo un teléfono celular y una tarjeta de débito. Horas más tarde, alrededor de las 20, regresó a la vivienda en estado de ebriedad e comenzó a insultar a las personas presentes.
La situación escaló cuando el hombre golpeó en la cara a su ex pareja, quien logró alejarse y alertar a la policía. Los efectivos policiales llegaron rápidamente y observaron al agresor retirándose del lugar. Sin embargo, éste regresó repentinamente y empujó a la mujer. Al intentar intervenir, un policía le solicitó que se retirara, pero el imputado reaccionó insultándolo y propinándole una patada en el abdomen. Finalmente, el policía logró reducirlo y detenerlo en el lugar.
La jueza Carolina Marín dispuso la apertura de la investigación por los delitos de lesiones leves agravadas por ser cometidas contra una mujer y robo consumado. Desestimó el cargo de resistencia a la autoridad por considerar que no había suficientes pruebas. No obstante, la magistrada ordenó la prisión preventiva del agresor por el peligro de fuga y entorpecimiento de la investigación, la gravedad de los hechos, la influencia negativa sobre la víctima y testigos, y la alta probabilidad de una pena de prisión efectiva debido a sus antecedentes penales, que incluyen dos condenas previas, rebeldías y capturas.