El 5 de febrero de 2014 a las 7.50 comenzaba el incendio del depósito de la empresa Iron Mountain, episodio que luego fue conocido como la tragedia de Barracas. En el lugar, murieron diez efectivos de Defensa Civil, Bomberos de la Policía Federal y del cuartel de Vuelta de Rocha que ingresaron en busca de posibles empleados atrapados y terminaron debajo de cuatro paredes que se derrumbaron por las altas temperaturas provocadas por las llamas. A un año del siniestro aún se desconoce si fue intencional. En el lugar se guardaban archivos de compañías y bancos, como balances contables.
Según uno de los empleados del depósito de calle Azara al 1200, la alarma contra incendios se activó a las 7.50 y diez minutos después las llamas se apoderaron del lugar. Los bomberos, la Defensa Civil y efectivos de la Policía Federal y la Metropolitana fueron a remover los escombros y a rescatar a posibles víctimas que pudieran haber quedado atrapadas.
El episodio dejó un saldo de ocho bomberos fallecidos y un agente de Defensa Civil. Una pared primero y tres más después se desplomaron sobre ellos. El décimo fallecido, Facundo Ambrosi, del Destacamento de Bomberos Vuelta de Rocha, murió doce días después.
Las víctimas fueron Pedro Baricola (Dirección General de Defensa Civil), Juan Matías Monticelli (Cuartel I de Bomberos Policía Federal Argentina), Anahí Garnica (Cuartel I de Bomberos Policía Federal Argentina), Leonardo Arturo Day (Jefe de Departamento Zona I Superintendencia Federal Bomberos Policía Federal Argentina), Eduardo Conesa (Cuartel I de Bomberos Policía Federal Argentina), José Luis Méndez (Cuartel de Bomberos Villa Dominico); Damian Veliz (Cuartel I de Bomberos Policía Federal Argentina), Sebastián Campos (Destacamento de Bomberos Vuelta de Rocha); Maximiliano Martínez (Cuartel I de Bomberos Policía Federal Argentina), y Facundo Ambrosi (Destacamento de Bomberos Vuelta de Rocha).
Al día siguiente de la tragedia, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, se hizo presente en el velatorio de los bomberos de la Federal, donde se mostró emocionado. "Estamos muy orgullosos de ellos, sabemos lo que es entregar la vida. Estoy aquí transmitiendo la solidaridad", afirmó al borde de las lágrimas.
La única fallecida fue la primera bombero mujer de la Policía Federal, Anahí Garnica, hija de un bombero y esposa de otro. "Me gusta salir a incendios, ayudar a la gente, salvar sus vidas, sus objetos, sus mascotas", dijo en una entrevista con el diario Página/12 antes de morir.
Iron Mountain ya había sufrido cuatro siniestros similares en Nueva Jersey, Estados Unidos; Ottawa, Canadá; Bow, Inglaterra; y Aprilia, Italia. Entre sus accionistas está el fondo buitre Elliott Management, propiedad de Paul Singer.
A raíz de lo sucedido, la presidenta Cristina Kirchner ordenó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que investigue los documentos guardados en el deposito. El organismo intimó a 24 empresas y la AFIP denunció a Iron Mountain por presunto lavado de dinero.
En el mes de septiembre se conoció un informe preliminar de peritos de la Policía Federal Argentina que determinó que el incendio se originó en dos focos, aunque ningún especialista pudo concluir que se haya tratado de un sabotaje.