Abusó de dos hijas y una sobrina y lo condenaron a 8 años

Un hombre deberá cumplir en Salta una condena de ocho años de prisión por abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnal agravado, en perjuicio de sus dos hijas y de una sobrina política, todas menores de edad, informaron hoy fuentes judiciales.

El imputado, de 38 años, fue condenado en un juicio abreviado desarrollado en la Sala II del Tribunal del Juicio de Salta, presidido por el juez Ángel Amadeo Longarte, a cumplir ocho años de prisión efectiva.

El magistrado lo consideró autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda, en concurso real con abuso sexual simple agravado por la guarda, en perjuicio de su sobrina, y por abuso sexual simple agravado por la guarda en perjuicio de sus dos hijas.

El ahora condenado fue denunciado por las madres de las tres menores, cuando los abusos salieron a la luz, explicaron los voceros, que detallaron que, al momento de los hechos, dos de las víctimas tenían 11 años de edad y la tercera, 7.

Además, precisaron que el hombre abusó de su sobrina política, de su primera hija -de cuya madre se encontraba separado-, y de su hija menor -con cuya madre convivía cuando se supo de las agresiones sexuales-.

El imputado, que sometía a las menores cuando se quedaba a cargo de ellas, en su propia casa, entraba al cuarto donde dormían y les realizaba tocamientos, mientras que a su sobrina llegó a accederla carnalmente.

Las madres de las víctimas se enteraron de los abusos cuando las tres niñas comenzaron a negarse a quedarse solas con el acusado, en su casa, y contaron lo que estaban padeciendo.

Longarte ordenó la extracción de material genético del condenado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.

Los voceros indicaron que se omitieron los nombres de las personas involucradas para preservar la identidad de las menores y su derecho a la intimidad y confidencialidad, en virtud de la Convención de los Derechos del Niño y otras normas vigentes.

Fuente:

Notas Relacionadas

Dejá tu comentario

Las Más Leídas del Patagónico