Al menos nueve empresas internacionales concretaron su salida del mercado argentino o iniciaron procesos formales de desinversión durante 2025. Este conjunto de operaciones explica, en gran medida, que la inversión extranjera directa (IED) haya registrado por primera vez desde 2003 un saldo acumulado negativo.
De acuerdo con la serie mensual elaborada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), entre enero y noviembre de este año la IED arrojó una salida neta de USD 1.521 millones, medida en valores constantes. Se trata del primer resultado negativo en veintidós años dentro de la estadística oficial.
El saldo se originó principalmente en la venta de activos y compañías controladas por capital extranjero, que fueron transferidas en su mayoría a grupos locales. Desde el BCRA señalaron que la salida de divisas responde a operaciones de traspaso de control y no a un retiro abrupto de fondos financieros.
Entre los casos más relevantes figura la venta de la participación de la canadiense Nutrien en Profertil. La compañía transfirió el 50% de la principal productora de fertilizantes del país a compradores locales, sumándose a una lista creciente de multinacionales que redujeron o finalizaron su presencia en la Argentina.
En el sector energético, el proceso incluyó a ExxonMobil, que vendió la totalidad de sus activos en Vaca Muerta a Pluspetrol por una cifra estimada en USD 1.700 millones. Petronas avanzó en su salida de proyectos no convencionales y abandonó el desarrollo de GNL que compartía con YPF. TotalEnergies evaluó la venta de concesiones en el norte de Neuquén, mientras que Equinor inició la búsqueda de compradores para sus bloques Bandurria Sur y Bajo del Toro Norte.
La desinversión también alcanzó al consumo masivo. Procter & Gamble concretó la venta de su operación local al grupo argentino Newsan, lo que implicó la salida total del conglomerado estadounidense del país. En paralelo, la cadena francesa Carrefour manifestó su decisión de abandonar el mercado argentino, aunque el proceso de venta aún no se completó.
En telecomunicaciones, la española Telefónica vendió su filial argentina a Telecom Argentina en una operación valuada en aproximadamente USD 1.245 millones, transfiriendo el control de la compañía a capitales nacionales. En el sector de medios, la estadounidense Paramount inició el proceso de venta de Telefe y otras señales, en el marco de una estrategia de repliegue regional.
Según un relevamiento de la consultora PxQ, estos movimientos se repiten de manera transversal en sectores estratégicos y responden tanto a decisiones de las casas matrices como a factores del contexto local, entre ellos las restricciones cambiarias, las dificultades para girar utilidades y la incertidumbre regulatoria.
El economista Pedro Martínez, de PxQ, explicó que el resultado negativo de la IED no implica necesariamente una presión adicional sobre el mercado cambiario, ya que está asociado a operaciones de desinversión habilitadas por una mayor flexibilidad en el régimen de controles. El saldo refleja la magnitud y acumulación de ventas de empresas a lo largo del año.
En paralelo, el Gobierno puso en marcha el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) con el objetivo de atraer nuevos proyectos. De acuerdo con PxQ, la medida permitió desacelerar la salida de multinacionales, aunque no logró revertir la tendencia: en la mayoría de los casos, los activos vendidos por empresas extranjeras pasaron a manos de grupos locales.
Los registros del BCRA confirman que la salida de estas compañías transformó a la inversión extranjera directa en un canal neto de egreso de divisas. El resultado consolida un cambio en la dinámica del capital internacional en la Argentina y en la estructura de control del sector empresarial.
Con información de Infobae