El incidente se produjo en los alrededores del Colegio de Magisterio, donde la policía divisó a un hombre encapuchado. Tras perseguirlo por una cuadra, el individuo sacó un revólver de la cintura y apuntó a un agente que también extrajo su arma reglamentaria. El sospechoso depuso su actitud y fue conducido a un calabozo por abuso de arma.
Eran las 8:30 de ayer. Ya comenzaba a aclarar, pero a esa hora las calles estaban despobladas y uno de los patrulleros de las cuadrículas de la Seccional Tercera realizaba un patrullaje sobre San Francisco de Asís, a pocos metros de la Escuela 711. La plaza aledaña a ese colegio es visitada por muchos jóvenes que se reúnen a consumir alcohol.
Los uniformados observaron a un individuo encapuchado y descendieron del móvil para ir a identificarlo. Este al ver la presencia policial comenzó a correr para cruzar la avenida Kennedy. A los pocos metros sobre Federicci se detuvo, se dio vuelta y extrajo un arma de la cintura para apuntar al efectivo que lo perseguía.
Ante la sorpresiva situación, el agente extrajo su arma reglamentaria y le dio la voz de alto para que arrojara el revólver. El hombre rápidamente desistió de su actitud y se colocó boca abajo sobre el piso como le exigieron los policías.
Los uniformados identificaron al sospechoso como Cristian Balcón, de 29 años, residente en la calle Alcorta. Luego de ser examinada el arma se constató que se trataba de un revólver calibre 22 con tres proyectiles, uno de los cuales estaba preparado para ser disparado, precisaron fuentes oficiales a este diario.
Balcón quedó detenido en averiguación del delito de portación ilegal de arma de fuego y hoy será sometido a la audiencia de control de detención en la Oficina Judicial, según lo dispusieron las autoridades de turno.