Inter supo revertir un comienzo complicado, ya que durante los primeros 30 minutos del encuentro sufrió el dominio del local, que no tuvo grandes chances de abrir el marcador pero controló el balón y no le permitió al Nerazzurro desarrollar su habitual juego agresivo.
El equipo de Simone Inzaghi supo aguantar el embate de Feyenoord y luego comenzó poco a poco a discutirle la posesión a su rival. Aplicó la receta de la eficacia, ya que en su primera llegada a fondo, a los 38 minutos, abrió el marcador de la mano de Thuram.
Sintió el golpe el local, que quedó algo desconcertado. Y a punto estuvo el Nerazzurro de aprovechar la situación. Primero, con un disparo desde la medialuna de Lautaro, que el arquero alemán de Feyenoord, Timon Wellenreuther, atajó de manera espectacular. Luego, con un tiro libre de Kristjan Asllani sobre el final del período, que el arquero volvió a controlar.
La resistencia del local duró poco. Porque apenas volvió el juego, apareció el Toro Martínez con un bombazo desde dentro del área para ampliar la ventaja de Inter y convertirse en el máximo goleador de la historia del Nerazzurro en el máximo torneo continental de Europa (ahora Champions League, antes Copa de Europa).
El encuentro era todo del conjunto de Inzaghi, que hasta tuvo la chance de llegar al 3-0 con un penal que el polaco Piotr Zielinski desperdició a los 65 minutos: Wellenreuther se lució y tapó abajo a la izquierda.
De todas formas, el 2-0 es un gran resultado en condición de visitante y el Nerazzurro tiene todo dado para lograr la clasificación a cuartos de final la semana próxima y en su cancha.