Conmoción en Estados Unidos por el asesinato de 58 personas en un recital

Desde un hotel de Las Vegas, Stephen Craig Paddock, un jubilado de 64 años y sin antecedentes, el domingo por la noche asesinó a 58 personas e hirió a otras 515 que participaban de un recital country. El presidente Donald Trump aseguró que fue un "acto de maldad pura", pero evitó pronunciarse sobre la portación de armas en ese país. En tanto, la excandidata presidencial Hillary Clinton resaltó la necesidad de "hacer frente a la Asociación Nacional del Rifle" que se opone a la discusión de esa problemática.

Un hombre apostado en el piso 32 de un hotel casino de Las Vegas descargó el domingo por la noche una lluvia de tiros sobre más de 20.000 espectadores que disfrutaban de un concierto de música country al aire libre, y mató a 58 personas en el tiroteo más mortífero de la historia moderna de Estados Unidos.

Según informaron las autoridades de ese país, al menos otras 515 personas resultaron heridas en el ataque perpetrado por un contador jubilado, cuyas motivaciones se investigaban.

Se supo que al comenzar el tiroteo los asistentes al festival huyeron en estampida, gritando despavoridos, en busca de un lugar donde cubrirse, luego de pensar en un primer momento que los disparos eran fuegos artificiales.

Policías de elite utilizaron explosivos para derribar la puerta de la habitación del atacante en el pulido rascacielos de ventanales dorados y se encontraron con que el hombre se había suicidado, confirmaron las autoridades locales.

El autor del tiroteo, identificado como Stephen Craig Paddock, de 64 años y residente en Mesquite, en el mismo estado de Nevada, tenía al menos 10 armas consigo en el hotel Mandalay Bay, incluyendo rifles.

En declaraciones a periodistas, el sheriff Joseph Lombardo dijo ayer que se desconocían las motivaciones del hombre, pero confirmó que no tenía antecedentes ni estaba en el radar de la policía antes de la matanza.

Aaron Rouse, el jefe del FBI en Las Vegas, en tanto, aseguró que los investigadores no encontraron evidencia que conectara el ataque a una organización extremista internacional, pese a una reivindicación del hecho por parte del grupo Estado Islámico (EI).

UNA NOCHE DE TERROR EN LAS VEGAS

La matanza comenzó poco después de las 22 (hora local), cuando el cantante de country Jason Aldean cerraba el festival “Route 91 Harvest”. El atacante al parecer utilizó un dispositivo similar a un martillo para romper el vidrio de la ventana de su habitación del hotel y abrió fuego contra la multitud que estaba debajo, a unos 200 metros.

La gente, amontonada en un espacio amplio y abierto, casi no tenía lugar donde esconderse ni vías de escape. Las víctimas caían al suelo mientras otras personas huían en pánico, gritando o llorando. Algunos se ocultaron bajo sillas, puestos de venta ambulante o autos estacionados.

“Cuando dejamos las sillas, había un hombre con un tiro. Estaba todo ensangrentado e inconsciente. Corrimos, y todos se escondían por todas partes: bajo las sillas, atrás de los pilares de las torres de luces y donde podían. Y todos nos decían que corramos, ‘¡corran rápido!’”, dijo Christine, una testigo, a la cadena CNN.

El atacante al parecer disparó sin obstáculos durante más de 10 minutos mientras la policía de Las Vegas intentaba frenéticamente localizarlo en alguna de las torres del Mandalay Bay, informó CNN en base a comunicaciones de radio entre los agentes a las que dijo haber tenido acceso.

Lombardo no dio detalles de las armas usadas, pero en las comunicaciones radiales los policías hablan de un fusil automático. Además el sheriff confirmó que entre los muertos hubo al menos tres policías que estaban fuera de servicio y que habían asistido al concierto.

Lombardo también adelantó que las autoridades creen que fue un ataque de “lobo solitario” y agregó que la policía habló con la pareja del atacante, Marilou Danley, de 62 años, quien se encontraba fuera del país.

En ese sentido, aunque se sigue considerando que ella es una “persona de interés” en la causa, los agentes creen que no tuvo nada que ver con la masacre, agregó Lombardo.

TRUMP CONDENO EL ATAQUE

Paddock vivía en un barrio cerrado de jubilados, era dueño de propiedades que alquilaba, tenía una licencia de piloto privado y viajaba regularmente a Las Vegas a jugar a las máquinas de video póquer, informaron las autoridades.

Sobre los motivos detrás del ataque, el hermano del agresor, Eric Paddock, se mostró desconcertado. “Ni siquiera puedo inventar algo. No hay nada” que explique esto dijo a periodistas. Aunque aparentemente

Paddock carecía de antecedentes criminales, su padre fue ladrón de bancos y estuvo en la lista del FBI de personas más buscadas del país luego de haber huido de una prisión en Texas en la década de 1960.

En tanto, en un mensaje a la Nación desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump calificó el ataque de “acto de maldad pura”.

“En tiempos de tragedia y horror, Estados Unidos se une como un solo país, y siempre lo ha hecho”, declaró el mandatario, quien ordenó que las banderas ondeen a media asta en los edificios públicos y anunció que mañana viajará a Las Vegas para reunirse con autoridades locales, víctimas y familiares.

Por su parte, el EI quiso atribuirse el hecho al decir que el atacante era un “soldado” de su califato que se había convertido al islam meses atrás, pero no mostró pruebas ni identificó al hombre por su nombre.

El tiroteo volvió a desatar el debate sobre la necesidad de controlar la posesión de armas en Estados Unidos y los reclamos de la oposición demócrata para que se aprueben mayores restricciones a su tenencia y uso.

Trump, que desde la campaña electoral de 2016 se ha alineado con la postura de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), contraria a un mayor control de armas, no hizo ayer ninguna referencia a ese tema.

En tanto, la excandidata presidencial Hillary Clinton resaltó la necesidad de “hacer frente a la Asociación Nacional del Rifle”, dejar la política de lado y “trabajar juntos para intentar impedir que esto suceda de nuevo”.

Es que hasta el domingo, el tiroteo más letal de la historia moderna de Estados Unidos se había producido en junio de 2016, cuando un hombre que profesaba apoyo a grupos extremistas islámicos abrió fuego dentro de un boliche gay de Orlando, Florida, y mató a 49 personas.

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