Denunció que un chofer intentó inyectarle una sustancia

De acuerdo a la denuncia, el hombre -un sargento retirado- se desvió del recorrido y le trabó las puertas para evitar que se escape.

El pasado fin de semana, una joven de 21 años presentó una grave denuncia en la provincia de Chaco. Según la declaración realizada ante la Justicia, afirma que un conductor de aplicaciones intentó secuestrarla e inyectarle una sustancia durante un supuesto viaje con la plataforma.

El incidente, que parece sacado de una trama cinematográfica, se desarrolló el sábado por la mañana. La joven solicitó el servicio de un vehículo a través de una famosa aplicación para dirigirse hacia su trabajo en la calle Brown desde su residencia, ubicada en la avenida López Piacentini.

Sin embargo, las cosas tomaron un giro inesperado cuando, según sus afirmaciones, el conductor desvió la ruta prefijada y activó los seguros infantiles de las puertas, privándola de una salida fácil. Afortunadamente, gracias a la intervención de una mujer embarazada que oyó sus gritos, logró escapar de la temida situación.

El conductor, no obstante, asegura que las acusaciones son infundadas y se entregó por voluntad propia en un centro de investigaciones en Resistencia este lunes. Horas después de haber sido demorado, fue puesto en libertad, aunque continuará bajo investigación por 'supuesta privación ilegítima de la libertad en grado de tentativa.'

El sargento retirado, de 51 años, declaró ser víctima de una campaña de desprestigio iniciada supuestamente por el gremio de taxistas, desencadenada, según él, por la creciente competencia entre los choferes convencionales y los de aplicación. Como respuesta a estas acusaciones en su contra, el conductor presentó una denuncia por injurias hacia la joven denunciante, a quien identifica como D. A. N. En su defensa, argumenta que ni siquiera realizó un viaje a la hora mencionada por la joven.

El fiscal que lleva adelante la causa, Victor Reccio, cuida cada paso a seguir en esta delicada situación, incluyendo la aprehensión inicial del acusado y el secuestro de su vehículo. Aún más investigaciones siguen su curso con el objetivo de esclarecer lo acontecido. De momento, la narrativa se complica además con la ausencia del allanamiento del teléfono del sargento, esperando informes formales de la aplicación utilizada para verificar los registros precisos del viaje.

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