Desalojo de manteros en Once derivó en disturbios, heridos y detenidos

Al menos dos manteros detenidos, dos heridos leves de la policía metropolitana y un periodista lesionado fue el saldo que arrojó ayer al mediodía el operativo policial en las proximidades de la estación Miserere.
Al menos dos manteros detenidos, dos heridos leves de la policía metropolitana y un periodista lesionado fue el saldo que arrojó ayer al mediodía el operativo policial en las proximidades de la estación Miserere, en el barrio porteño de Once, para dispersar una protesta de vendedores callejeros en reacción a un desalojo, aseguraron ayer fuentes policiales de la Ciudad.
"En estos momentos hay dos detenidos y tres lesionados", aseguró a Télam el comisionado Roberto Ahmed, a cargo del operativo policial, tras añadir que no van a volver a avanzar y esperarán "que se despeje la avenida Rivadavia", que seguía parcialmente cortada en las primeras horas de la tarde, cuando los manteros dejaron libres algunos carriles y la policía insistió en que dejaran absolutamente libre esa vía.
Entre los lesionados, hay dos efectivos policiales y un fotógrafo de Crónica que fue alcanzado por una bomba de estruendo.
Fuentes del Ministerio de Seguridad porteño precisaron a Télam: "no hay locales ni vehículos dañados", a pesar de los dos contenedores que fueron incendiados por los manifestantes en el marco de la resistencia que ofrecieron al avance de la policía.
Los manifestantes fueron dispersados con gases lacrimógenos, gas pimienta y un camión hidrante tras iniciar una protesta en rechazo a la oferta del gobierno porteño, que siguió al férreo operativo de efectivos policiales que esta madrugada impidió la instalación en el lugar de los vendedores.
No obstante, los manteros se mantenían ayer por la tarde en el lugar, expectantes ante el cordón que formó la Guardia de Infantería de la Policía Federal para impedir que avancen.
La protesta de los manteros se centró en el reclamo de poder conservar su fuente de trabajo de venta callejera e impedir el desalojo del lugar. "Queremos trabajar y que nos den alguna alternativa de trabajo", pedía un centenar de vendedores callejeros tras el desalojo, ordenado por la Fiscalía de la Ciudad.
"Les pedimos dar soluciones a los seis mil manteros desplazados en Once y en Flores", se quejó Omar Guaraz, de la organización Vendedores Libres, quien negó que detrás de ellos hubiera mafias. "Que vayan a las villas, nosotros somos gente laburante", agregaron otros vendedores ambulantes.
El corte en las avenidas Pueyrredón y Rivadavía se inició cerca de las 9 de la mañana, cuando dos vendedores se reunieron con funcionarios de la Agencia Gubernamental de Control para acordar algún tipo de propuesta y entablar el diálogo, pero no llegaron a ningún acuerdo. Fue entonces cuando cortaron Rivadavia y Pueyrredón, donde se desataron los incidentes.
Mientras, el comisionado Ahmed informó: "les ofrecimos censarlos, un certificado de Reincidencia, que se adhieran y paguen el monotributo, y en un futuro les podremos dar dos o tres galpones para que trabajen".
Ese planteo fue reconsiderado pasado el mediodía, cuando 180 manteros iniciaron el censo propuesto por el gobierno porteño.
En tanto, tres representantes de los vendedores acordaron asistir a una nueva reunión esta tarde con la Defensoría del Pueblo y autoridades del gobierno porteño para restablecer el diálogo.
"Queremos trabajar, somos trabajadores, tenemos una familia que mantener, y no queremos que nos traten como una mafia organizada", aseguró uno de los manteros antes de ir a la reunión con la Defensoría para reclamar un "marco regulatorio; un lugar donde poder vender, que no esté aislado".
El operativo realizado desde la medianoche fue ordenado por la Fiscalía de la Ciudad, a cargo de Luis Cevasco, que había solicitado al Ministerio de Seguridad y Justicia porteño evitar la instalación de puestos de venta ilegal en la intersección de las avenidas Corrientes y Pueyrredón, en el barrio de Once.
Por otra parte, un estudio divulgado ayer por la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba) dio cuenta de que la mitad de los manteros ubicados en la ciudad durante 2016 se encontraba en el barrio de Once.
El relevamiento reportó que en la Ciudad hubo el año pasado 3.727 vendedores callejeros, de los cuales 1.882 en las inmediaciones de la Plaza Miserere.
"Once es uno de los lugares más problemáticos porque tenía casi la mitad de los vendedores ilegales de toda la Ciudad", aseguró a Télam el director de Focus Market, Damián Di Pace, quien consideró que este barrio porteño mantiene también 1.764 puestos de saladitas de los 9.327 de toda la Ciudad.

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