El 30 de noviembre es un día especial para los argentinos, ya que se celebra el Día Nacional del Mate, la infusión que ha conquistado el paladar de la nación y se ha convertido en un ícono cultural. Esta celebración fue establecida oficialmente en 2015, aunque el mate fue declarado "infusión nacional" por el Congreso en 2013.
La elección de esta fecha no es casual. El 30 de noviembre fue designado por ley como el día oficial de la celebración en todo el país, en reconocimiento al valor cultural, social y económico del mate. Además, coincide con la fundación de la Asociación de Productores de Yerba Mate (APYM) en 1967, que trabaja para mejorar las condiciones de los productores y la comercialización de la yerba mate en Argentina.
El mate tiene sus raíces en las tradiciones de los pueblos originarios del noreste argentino, como los Guaraníes, quienes cultivaban la planta de yerba mate, conocida científicamente como Ilex paraguariensis. Esta bebida se compartía en ceremonias y entre amigos, una costumbre que perdura hasta hoy.
A lo largo de los años, el mate ha evolucionado, pasando de ser un símbolo de resistencia en momentos históricos a convertirse en una parte esencial de la vida cotidiana de los argentinos. Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), en 2022 Argentina produjo más de 600.000 toneladas de yerba mate, con un consumo promedio de 120 litros por persona al año.
El Día Nacional del Mate no solo celebra esta bebida, sino que también busca visibilizar su importancia en el consumo interno y en las exportaciones, reafirmando su lugar en la cultura argentina. Así, cada 30 de noviembre, los argentinos se reúnen para disfrutar de un buen mate, recordando su historia y su significado en la vida social del país.