"El Papa ve a los excluidos como sujetos de transformación"

El coordinador nacional de la Barrios de Pie aseguró ayer que los movimientos sociales promueven "el ideario" del papa Francisco, quien entiende "a los excluidos como sujetos de transformación y no como meros receptores de dádivas".

Por ese motivo, una delegación de esas agrupaciones viajará a Chile para acompañar al Sumo Pontífice en la visita que iniciará hoy por la nación trasandina.

“No tenemos un vínculo institucional con el Papa, pero nos sentimos identificados con su ideario, que se basa en considerar a los excluidos como sujetos de transformación de la realidad, que es lo que nosotros propugnamos. Francisco es una voz contra el capitalismo especulativo, la guerra y la pobreza”, señaló Menéndez en declaraciones a Télam. Una delegación de 500 dirigentes de las organizaciones que pertenecen al denominado tridente de San Cayetano -compuesta por Barrios de Pie, La Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la Corriente Clasista Combativa (CCC)- partirán hoy en micros desde Buenos Aires hacia Chile.

La intención de los dirigentes es presenciar la misa que el jefe de la Iglesia católica ofrecerá mañana en la ciudad de Temuco, en el sur del país, y luego visitar Neuquén para llevar a cabo una jornada de reflexión del Movimiento Tierra, Techo y Trabajo.

“Francisco es un líder que difunde un mensaje que va más allá de lo religioso. Por eso estaremos en Chile con junto a él”, apuntó el referente de Barrios de Pie.

AJUSTE EN ARGENTINA

Respecto de la situación social del país, Menéndez estimó que con la sanción de la ley de reforma previsional y el nuevo cálculo que se aplicará para el pago de las Asignaciones Universales por Hijo (AUH) se prevé “un escenario de mayor conflictividad” en 2018.

“Terminamos en 2017 con un panorama muy complicado. Hay un endurecimiento del Gobierno en cuanto a la aplicación de políticas de ajuste y resolución de los conflictos con una participación cada vez más activa de las fuerzas de seguridad”, estimó.

En ese sentido, el dirigente social señaló que el Gobierno “debería retornar a la agenda del diálogo” con las organizaciones para generar un clima como el que posibilitó a fines de 2016 la sanción de la Ley de Emergencia Social.

En cuanto a la aplicación de esa normativa, que le otorgó a las organizaciones sociales y a los trabajadores de la economía popular fondos públicos por más de 10 mil millones de pesos por año, Menéndez evaluó que en los últimos meses “hubo mucho tire y afloje” con el Gobierno para que la ley se cumpliera.

Barrios de Pie integra la agrupación Libres del Sur que encabeza la diputada nacional Victoria Donda y el dirigente cree que se debe “avanzar en la construcción de una propuesta amplia para el campo popular que vaya más allá de la expresión de las organizaciones” como la que él integra.

“No creo que los movimientos sociales deban construir un partido. Tenemos que avanzar en una propuesta que abarque a otros sectores del campo popular. Esa propuesta para nosotros no puede estar encabezada por el kirchnerismo. Tenemos una visión crítica de esa experiencia por sus esquemas de corrupción y porque con la manipulación de los datos del INDEC se ocultó la pobreza y se negó un debate sobre la exclusión”, remarcó.

Daniel Menéndez es sociólogo, tiene 38 años y hace 20 que milita en Barrios de Pie, y desde ese lugar pondera el trabajo de acumulación que poseen las organizaciones sociales surgidas en los años ‘90, en los tiempos de fuerte incremento de la desigualdad y la desocupación.

“Las organizaciones todos los días nos debemos hacer cargo de tragedias. Una persona sin trabajo que no tiene dónde comer y manda a los pibes a un comedor; una familia que necesita una cama en un hospital, un lugar en un cementerio y problemáticas por el estilo. Sin nuestro trabajo, Argentina sería inviable. Por eso, creo que estamos en una etapa en la cual deberíamos redefinir la herramienta del corte de calle. Creo que le quita legitimidad a las demandas que planteamos», fundamentó. El incremento del narcotráfico en las barriadas populares es para Menéndez «una cuestión central para resolver y aplicar políticas públicas» en los territorios.

«Si no se elimina el narco, no se puede plantear seriamente un modelo de urbanización para los barrios. El prestigio de los tipos que venden drogas creció porque económicamente cada vez les va mejor y ponen límites al trabajo que hacen las organizaciones o instituciones poderosas como la Iglesia. Hay que terminar con la tolerancia a estas bandas», puntualizó.

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