Electrificaron el alambrado y usaron una topadora

Por una disputa entre familiares de dos establecimientos linderos a la reserva, uno de ellos decidió abrir un camino con una topadora, con la que enterró 140 nidos con dos a tres pichones cada uno. Además, electrificó el alambrado que causó la muerte de los ejemplares adultos que volvían del mar a darle comida a sus crías. 

“Este camino realizado por una máquina de alto porte generó que más de 140 nidos quedaran aplastados y los pichones de cada nido, entre dos y tres ejemplares, fueran ahogados por la misma tierra”, reveló la fiscal Florencia Gómez.

“Además de haber realizado el camino sin autorización previa por tratarse de una reserva ecológica, a esto se sumó que hizo un cerco perimetral electrificado, lo que provocó que el pingüino macho y hembra adultos que fueron al mar a buscar comida para sus crías, cuando volvieron no obstante de no encontrarse con sus nidos se electrificaran”, precisó.

“En este momento se está realizando una diligencia de allanamiento con inspección ocular para evaluar la magnitud del daño. También está trabajando gente del CENPAT y otros especialistas”, destacó Gómez.

“Hay una situación familiar previa, por la que uno de los dueños de ese campo decidió sin la autorización correspondiente realizar un camino hacia la costa”, remarcó la fiscal en rueda de prensa.

“La persona sindicada no se presentó ante la Justicia, estamos chequeando toda la información que tenemos. Todo comienza con un problema sucesorio en ese campo que es parte de la Reserva, lo que se denomina Punta Lara”, señaló.

“Al ser una reserva natural todo lo que uno quiera hacer en el lugar tiene que contar con la autorización previa de gente idónea para evitar el impacto ambiental”, advirtió.

Gómez sostuvo que el dueño del campo “pasó con la topadora por arriba de los nidos, aplastándolos”.

Sobre la caratula de la causa, la fiscal indicó que “por ahora está encuadrada por la Ley de Maltrato Animal, pero cuando recibamos los informes de los especialistas de los guardafaunas y los biólogos del Cenpat que están trabajando en el lugar vamos a tener un cambio de calificación”.

“Los nidos están a la vista, los pichones también. Es una reserva, es un patrimonio que no se puede tocar, mucho más en esta época del año en la que el pingüino viene a reproducirse”, recriminó.

“Acabo de recibir una denuncia que todavía estamos evaluando sobre la intromisión a la propiedad de un familiar”, admitió además.

“Nos generó mucha tristeza porque tenemos la mayor reserva de pingüinos de Magallanes para que la disfrute todo el mundo, y que venga una persona y por un problema familiar, haga un camino cuando sabe que no lo puede hacer y electrifique un alambre y mate una especie única, es muy penoso”, lamentó.

“Provisoriamente el delito está encuadrado en la Ley de Maltrato Animal, pero seguimos trabajando con el Cenpat y el Ministerio de Ambiente para dimensionar el daño”, insistió.

“Los guardafaunas del lugar no pudieron advertir el momento en que se realizaba el camino, pero cuando lo advirtieron ayer (por el lunes) informaron inmediatamente al Ministerio de Turismo y se hizo rápidamente la denuncia”, explicó Gómez en el final.

Fuente: Radio 3

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