El último año, la recesión económica golpeó fuerte a distintos sectores de la economía y la construcción no fue la excepción en tiempos de inflación, aumento de precios y, por ende, mayor demanda de los salarios y en los costos de las prestaciones de servicio.
En Comodoro Rivadavia, desde la UOCRA durante todo el año señalaron que la baja fue importante. Idéntica situación reflejaron en los corralones de materiales, y ahora los números parecen marchar por el mismo camino. Es que según los datos de la Dirección de Estadísticas y Censos de Chubut, el año pasado en Comodoro Rivadavia disminuyeron la cantidad de metros cuadrados autorizados para la construcción, registrándose la baja más importante de los últimos tres años.
Los indicadores afirman que en 2016 se autorizaron 183.089 metros cuadrados de superficie, mientras que en 2014 se autorizaron 191.193 y un año después 207.435; es decir que en los dos años anteriores se autorizaron 16.242 y 24.346 metros cuadrados menos, respectivamente.
Los números de la Dirección de Estadísticas y Censos de Chubut también dan cuenta de que entre enero y marzo, como sucede cada año, se autorizó una importante cantidad del total de metros cuadrados para la construcción, contabilizando 51.425 m2. El fenómeno se volvió a repetir entre julio y diciembre.
DONDE MAS SE CONSTRUYE
No obstante, más allá de esta baja al compararse la situación con la de los últimos dos años, fue en Comodoro Rivadavia en donde mayor cantidad de metros cuadrados se autorizaron, casi duplicando la superficie de obra que se autorizó en Puerto Madryn, segunda ciudad en cuanto a registro, que alcanzó 95.334 metros cuadrados. En tanto, Esquel fue la ciudad donde se autorizaron menos cantidad de metros cuadrados, alcanzando 27.623.
En este sentido, se debe recordar que históricamente, por lo menos desde 1983, Comodoro Rivadavia ha sido la ciudad de la provincia en la que mayor cantidad de obras particulares se han autorizado y construido, superando ampliamente a Trelew, Puerto Madryn, Rawson y Esquel.
Por el momento la expectativa es ver qué sucederá este año, conscientes del impacto que ha tenido la industria hidrocarburífera en los últimos meses y la repercusión en otros sectores de la economía, también golpeados por la crisis que se vive a nivel nacional.