En el mundo se reportan 200 mil casos de lepra por año y en la Argentina unos 300

Afecta principalmente la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos, y aunque no es muy contagiosa, se transmite por gotículas nasales y orales cuando hay un contacto estrecho y frecuente con enfermos no tratados.
La lepra, una enfermedad que suena antigua para muchos, causa en la actualidad unos 200.000 nuevos casos anuales en el mundo y unos 300 en la Argentina, informó la Organización Mundial de la Salud (OMS), y agregó que aparecen "porque la incubación puede durar hasta 20 años, aunque una vez diagnosticada la infección el paciente deja de contagiar en dos semanas", afirmaron especialistas.
"La lepra es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria llamada Mycobacterium leprae, descubierta en 1871 por el médico noruego Gerhard Hansen, razón por la cual también se la denomina bacilo de Hansen", explicó a Télam Raúl Valdez, jefe de Dermatología del Hospital Universitario Austral, con motivo del Día Mundial contra esa patología que se conmemora cada 31 de enero.
El especialista comentó que si bien antiguamente se creía que la enfermedad tenía causa hereditaria o correspondía a un castigo divino, "en el siglo XXI se sabe que nada de eso es verdad, que las deformidades que provoca se pueden prevenir e inclusive que la lepra se cura, ya que desde 1981 contamos con una combinación de antibióticos de alta eficacia cuya tasa de recaída a cinco años es menor al 1 por ciento".
La lepra afecta principalmente la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos, y aunque no es muy contagiosa, se transmite por gotículas nasales y orales cuando hay un contacto estrecho y frecuente con enfermos no tratados.
"Considerando que es una enfermedad milenaria, la tasa de detección es baja, especialmente si se la compara con años anteriores. Por eso, si bien la lepra como enfermedad sigue existiendo, se encuentra en franco retroceso", afirmó Valdez.
El experto citó como ejemplo el caso de Argentina, "donde hay menos de 300 casos nuevos por año. En el 2000 se detectaban 700 nuevos casos anuales, por lo que la tasa de detección está en franca disminución y esto hace que cada vez haya menos enfermos".
"Por otra parte, de acuerdo con la OMS, en 1985 existían unos 5 millones de enfermos en todo el mundo, y a partir de ese momento los números empezaron a bajar reportándose en 2013 unos 180.000 casos mundiales", agregó.
Consultado sobre el porqué de la existencia de nuevos casos, Valdez explicó que se deben a que la incubación puede durar hasta 20 años, por lo que cuando se diagnostica un nuevo enfermo debe comenzar a tomar rápidamente la medicación, que es tan eficaz que en dos semanas ese paciente deja de contagiar.
"El problema es que antes de tomar la medicación ese paciente puede haber estado contagiando sin saberlo, entonces una forma de cortar la cadena epidemiológica de contagio es examinar periódicamente a los convivientes y familiares del enfermo. Los países que lograron erradicar la lepra de sus territorios lo hicieron de esa forma", explicó.
"Creo que vale la pena presentar la visión actual de la lepra: se cura, no hay más leprosarios, que fueron reciclados para ser hospitales generales. Puede que quede internado algún ex enfermo que luego de curarse no pudo reintegrase a la sociedad víctima del prejuicio, pero nada más. La OMS dice muy claro que no debe considerarse enfermo a quien, luego de cumplir el tratamiento, haya quedado con alguna secuela, ya que tener una secuela de la enfermedad no es tener la enfermedad", enfatizó.
Entre las zonas más afectadas por la lepra se encuentran los países del centro de Africa, India, China y Brasil.
"A nivel local hay muy pocos casos, comparado con 20 años atrás. Esto se debe a una política constante de control desde el Estado y a la colaboración de ONG's que lograron que la lepra haya dejado de ser un problema sanitario", enfatizó Valdez.
Y aclaró: "debemos distinguir 'erradicar' de 'eliminar', porque no es un tema semántico. Erradicar significa ni un solo enfermo, mientras eliminar -como problema sanitario- implica menos de un enfermo cada 10.000 habitantes, objetivo que la Argentina alcanzó hace unos 10 años", concluyó.

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