El delincuente rompió un vidrio para entrar al local, que estaba cerrado al público, se dirigió a la caja registradora y tomó el dinero de la recaudación.
Pero antes de irse, se preparó unos fernet. Bajo los efectos del alcohol, se quedó dormido y se despertó recién cuando llegó la policía.
Alertados por los ruidos, los vecinos llamaron a la Policía. Al llegar al lugar, encontraron al delincuente dormido, abrazado a la botella y en completo estado de ebriedad.
El hombre, quien tendría antecedentes penales, quedó detenido. El dinero que había sustraído fue recuperado.
Fuente: El Cordillerano