Durante una recorrida por el Hospital de Niños de Buenos Aires, mientras participaba en el tradicional lavatorio de pies durante una Semana Santa, el entonces cardenal Jorge Bergoglio se detuvo frente a una escena que lo conmovió profundamente. Al salir del lugar, visiblemente afectado, le dijo a su amiga, la periodista Alicia Barrios, y a su esposo: “Estas son las cosas que no entiendo de Dios”.
La frase, que sintetiza el desconcierto ante el sufrimiento de los más inocentes, fue recordada por Barrios en un extenso testimonio sobre su amistad con el pontífice, publicado en el diario Crónica de Buenos Aires. Allí repasó momentos compartidos a lo largo de casi tres décadas de relación, muchos de ellos desconocidos para el público.
Barrios relató que al momento de la frase, ambos acababan de visitar a niños internados por leucemia: “Era muy triste ver esas criaturas desahuciadas. Salimos caminando detrás de él, a mí se me caían las lágrimas solas. Me rodaban por las mejillas. Al subir al auto, le dijo a Hernán, mi esposo, y a mí: ‘Estas son las cosas que no entiendo de Dios’. Lo demás fue silencio”.
La periodista acompañó a Bergoglio en numerosos recorridos por hospitales, villas de emergencia y centros de detención. En otro de sus recuerdos, mencionó una visita al Hospital Psiquiátrico Borda, donde se encontraron con internos que, según describió, habían perdido tanto la libertad como la razón.
“Nos acercamos, no les iba a pedir el prontuario. Los fui abrazando uno por uno y me decían: ‘Gracias, hace mucho que no me abraza nadie’. Salí en estado de gracia, siempre pegada al padre Jorge, como una estampilla”, rememoró.
Además de estos momentos de cercanía con la realidad social más cruda, Barrios destacó el vínculo personal que la unía con el Papa. Según contó, Bergoglio no dejaba pasar la oportunidad de animarla a seguir escribiendo: “No dejes de dar testimonio”, le insistía.
La periodista también reveló una anécdota ocurrida poco antes de la muerte del pontífice: “El sábado me alcanzó a decir: ‘No te olvides de mí’”.
Francisco, cuyo legado como Papa fue profundamente marcado por su preocupación por los pobres, los enfermos y los marginados, mantuvo hasta el final un vínculo cercano con quienes lo acompañaron en su labor pastoral en Argentina. La frase “Estas son las cosas que no entiendo de Dios” refleja, en apenas unas palabras, la dimensión humana y empática de un líder religioso que nunca dejó de conmoverse ante el dolor ajeno.