En un impactante operativo llevado a cabo por la Policía de Corrientes, un hombre de 30 años, acusado de graves delitos como abuso sexual y corrupción de menores, fue detenido después de permanecer en fuga durante una década. Este arresto tuvo lugar en medio de sospechas y pistas que se tejieron a lo largo de los años para dar con su paradero. Sorprendentemente, el individuo trabajaba de manera encubierta como seguridad privada en un hospital pediátrico, específicamente en el Hospital Pediátrico Juan Pablo II, ubicado en la capital provincial.
El incidente original, que dejó marcado al barrio San Marco en Corrientes, se produjo hace diez años. La víctima, en aquel entonces una niña, identificó un rasgo particular de su agresor que eventualmente ayudaría a los investigadores: su dificultad para hablar debido a problemas de tartamudez. Este detalle fue crucial para mantener viva la búsqueda del acusado.
El caso atrajo la atención de la comunidad cuando el juez Leandro Andrés Maciel, con la intervención de la Secretaría dirigida por el Dr. Juan Carlos Rodríguez, emitió un pedido de captura. A pesar de los esfuerzos iniciales de las fuerzas provinciales, la búsqueda no rindió frutos en su momento, razón por la cual la Policía Federal decidió involucrarse en la investigación, aportando su experiencia en estos complejos casos.
El arresto del sospechoso se llevó a cabo exitosamente el pasado fin de semana, gracias al trabajo conjunto del personal altamente capacitado de la División Unidad Operativa de Investigaciones Especiales Corrientes, de la Policía Federal. La pista sólida que condujo al arresto, fue la presencia de un individuo con un preocupante historial en un entorno diseñado para cuidar de los más vulnerables: los niños.
Finalmente, la detención del hombre se produjo fuera del hospital, donde los oficiales lo identificaron y procedieron con su captura. El Ministerio de Justicia ha enfatizado la importancia de la colaboración ciudadana, resaltando que los testigos presenciales confirmaron la escena de la detención, lo que refuerza la confianza pública en las instituciones encargadas de velar por la seguridad de la población.