El encuentro se inauguró el viernes en la Proveeduría Cultural y continúa este sábado, de 14 a 19. Se trata de un digno ejemplo del acompañamiento a la cultura popular que incluye un bagaje de propuestas literarias, arte, educación y recreación que en su conjunto reflejan la identidad regional.
Como era previsible, un notable marco de público disfrutó durante la primera jornada del programa de actividades que se incrementaron en relación a la primera edición, ya que este año exponen casi una veintena de editoriales y libreros individuales y se presentan stands de la Asociación de Mujeres del Arte y la Cultura.
También participan el Jardín de Infantes Nº 12, “Tiempo de Crecer”; la Escuela Primaria Nº 23, “26 de Junio”; el Colegio Secundario Nº 33, “Pioneros del Cañadón”; el Centro de Investigación, Desarrollo y Transferencia de la UNPA y el Consejo Adolescente.
A esto se suma una variada programación de charlas literarias, obras de teatro, taller de cine poético, taller de ajedrez y actuaciones artísticas en las remozadas instalaciones de la Proveeduría que tiene una estrecha relación con la historia de Cañadón Seco.
ACTO DE APERTURA
La inauguración, con amplia participación de vecinos e invitados especiales, tuvo lugar a las 10:30 del viernes con la presencia de la totalidad de los integrantes del equipo de gestión encabezados por el secretario general a caro de la presidencia comunal, Carlos Lisoni.
En ese marco, se puso de manifiesto que “el amor por los libros y la lectura está más vivo que nunca. Los libros son mucho más que objetos; son portales de otros mundos, espejos que nos ayudan a comprender mejor y también son herramientas que nos permiten construir un futuro más informado y empático”.
En el mismo acto, se leyó una poesía dedicada a Jorge Soloaga, escrita por Jorge Mesain y que entre sus extensos versos identifica al malogrado jefe comunal como “orador de alto vuelo con discurso veraz; puso notas sensibleras como una novia fugaz; seguro desde lo alto, desde una estrella quizá, ande el duende creativo inspirando a los demás; porque con su estampa y bien plantado será una impronta futura que ilumine la ciudad”.
La ceremonia también incluyó la actuación de precoces integrantes de Neodance, espacio de enseñanza artística que tiene una década de trayectoria, el cual desarrolla distintas disciplinas, entre ellas el malambo. En esta ocasión participó el grupo de Malambo Inicial conformado por niños de 5 a 7 años, dirigidos por los profesores Ignacio Farías y Luciano Quipildor.