Maximiliano Bidolsky, más conocido como “El Mago Tole”, fue históricamente señalado como el principal responsable de la venta de fuegos de estruendo en Comodoro Rivadavia. Sin embargo una ordenanza de 2018 impuso en la ciudad “pirotecnia cero”, con el objetivo de proteger a animales y, sobre todo, a personas con algún síntoma de Espectro Autista que son quienes más padecen el ruido típico de las explosiones que en la pasada Nochebuena regresaron con furia a Comodoro Rivadavia.
Luego de aquella ordenanza –celebrada por proteccionistas y familiares de personas con espectro autista- comenzaron las protestas y presiones de los vendedores de fuegos de estruendo. En representación de los comerciantes que se dedican al rubro de la pirotecnia, Bidolsky encabezó a fines de 2018 una ruidosa protesta frente el Concejo Deliberante, reclamando la modificación de la ordenanza que impuso la pirotecnia cero. "Queremos vender pirotecnia de luces, sin estruendo, que trae alegría y no le hace daño a nadie", señalaba.
En ese entonces los ediles aseguraban que "de ninguna manera se modificará la ordenanza". Pero en la renovación de 2019 aparecieron representantes que ya no pensaban lo mismo. El más destacado de estos fue Ariel Montenegro, quien se haría eco de un lobby para cambiar las reglas del juego. De allí que a comienzos de este año se modificara la ordenanza, permitiendo la comercialización de pirotecnia lumínica.
Sin embargo, por lo que pasó antes, durante y mucho después de la fiesta de Navidad de este año, la ordenanza en cuestión fue claramente vulnerada.
LOS QUE VENDEN
“Acá hay gente que vende estruendo por grupos de Whatsapp, por Facebook, por Instagram, con números de teléfono. Venden en sus casas, en las calles”, sostuvo este viernes Bidolsky, defendiéndose en FM Del Mar de las furibundas críticas que recibe por ser la cara visible de esta problemática.
“Lo que es estruendo llega hasta por colectivos”, añadió mientras aclaraba que en su comercio “estamos contentos porque por primera vez pudimos vender luz y color por ordenanza, y así dimos trabajo y pagamos impuestos”.
A su criterio, “faltan controles; se hicieron, pero siempre un poco más es mejor”.
Resaltó luego que “nuestro local se llena de gente; es evidente que la gente quiere la estrellita, la bengala, la candela, tortas de luz sin estruendo. Vienen chicos con TEA; vienen perritos”.
Concluyó el “Mago Tole” que “hacen falta más campañas de concientización. Esperemos que a fin de año festejemos con menos estruendo que en Navidad”.