La Justicia de Bariloche investiga un grave caso en el que estudiantes del colegio Don Bosco habrían usado inteligencia artificial para generar imágenes sexuales, utilizando los rostros de menores de edad del mismo colegio.
Hace pocos días, ocurrió un caso similar en General Roca, donde se sospecha que las imágenes fueron comercializadas. Aunque en Bariloche no hay pruebas de que las imágenes se hayan vendido, los investigadores no descartan esa posibilidad.
El 15 de agosto, el colegio Don Bosco presentó una denuncia en la Fiscalía. El fiscal Tomás Soto, a cargo del caso, ordenó varios allanamientos en la casa del estudiante señalado como responsable. En estos allanamientos se confiscaron dispositivos electrónicos, que ahora están siendo analizados. Los resultados de los peritajes se esperan para diciembre.
Un detalle llamativo es que las imágenes no fueron presentadas como evidencia. Solo se entregó información sobre la herramienta digital que se utilizó para crearlas.
El 6 de septiembre, los padres de los menores afectados se reunieron con la Fiscalía para conocer el estado de la investigación. Algunos expresaron su molestia por la lentitud del proceso, lo que también afectó las decisiones que tomó el colegio respecto a los estudiantes involucrados. A pesar de la gravedad del caso, el estudiante señalado fue reincorporado al colegio, donde se realizaron actividades especiales con los diferentes cursos.
El colegio también organizó una charla el 10 de septiembre con el abogado y exfiscal Martín Govetto, experto en cibercrimen y abuso sexual infantil. Participaron unas 30 personas, principalmente de los últimos grados de primaria y primeros de secundaria.
En una entrevista al sitio B2000, Govetto explicó: “Las imágenes afectan la integridad y dignidad de las personas, especialmente cuando el rostro es real, aunque el cuerpo no lo sea. El daño es comparable a la difusión de una imagen real”.
Este caso en Bariloche recuerda a un incidente en General Roca, donde adolescentes de entre 14 y 16 años, miembros de un club de rugby, crearon imágenes similares utilizando fotos de redes sociales. En ese caso, las imágenes fueron distribuidas en Telegram, y la Fiscalía investiga si fueron vendidas.