En la emisión de este miércoles de Perros de la Calle, Andy Kusnetzoff no pudo contener el llanto al referirse a los recortes aplicados por el gobierno de Javier Milei en materia de discapacidad y educación. Con la voz quebrada, pidió al Presidente dar marcha atrás en las medidas: “Está bien que recule el Presidente, que diga ‘ahí voy a ver si lo de discapacidades y universidades’, porque eso no es la grieta, eso es nuestro país”.
El conductor profundizó sobre el rol fundamental de la salud y la educación públicas, sobre todo para quienes no cuentan con cobertura médica. “Es un orgullo tener nuestra educación pública, tener nuestros hospitales públicos para la gente que no tiene obra social y no puede ir a ningún lado”, sostuvo, defendiendo a las instituciones que garantizan derechos básicos a los sectores más vulnerables.
Uno de los momentos más emotivos llegó cuando Kusnetzoff habló de la incertidumbre que atraviesan las familias con personas con discapacidad. “Ojalá no te pase, porque la vida es más fácil si no tenés discapacidad. Es mucho más difícil tener a alguien con discapacidad y ocuparte toda tu vida de eso. Y el día de mañana, cuando seas grande y esa persona siga con discapacidad, pensás: no sé cómo se la va a arreglar cuando yo no esté”, compartió con visible angustia.
El psicólogo Gabriel Rolón, presente en el estudio, intervino al notar el impacto emocional del conductor: “Es tremendo, pero está bien que nos duela, Andy. A mí me preocuparía si no te doliera. A veces uno no puede hacer nada, pero por lo menos tener empatía, que te duela, ya es un montón”, afirmó, reforzando el costado humano del debate.
La conversación giró en torno a las decisiones del gobierno de Milei, que vetó leyes destinadas a ampliar derechos y prestaciones para personas con discapacidad. Aunque luego el Congreso rechazó esos vetos y obligó al Ejecutivo a aplicar las normas, la polémica sigue generando preocupación.
Antes de cerrar el bloque, Kusnetzoff buscó calmar a un invitado que se había mostrado inquieto por la situación: “No sos responsable, quedate tranquilo”. Finalmente, reconoció su estado emocional frente a la audiencia: “Perdón, me angustia”.