La conectividad es la prioridad de los gobernadores del sur

Los mandatarios se reunieron esta semana para relanzar sus aspiraciones integracionistas.

Con una historia marcada por las asimetrías, la distancia con el centro político del país y el desarrollo desigual sobre las espaldas, los gobernadores del sur desempolvaron el “ADN patagónico” y se mostraron esta semana unificados en la provincia de Río Negro como un bloque regional. Los mandatarios del Sur dieron el puntapié inicial para delinear una agenda de prioridades para plantear a la Casa Rosada y que arrancará enfocada en la “conectividad”.

La presentación del acto institucional se concretó el jueves pasado en la Residencia de los Gobernadores, de la ciudad de Viedma. En la foto estuvieron el gobernador Omar Gutiérrez (Neuquén), principal artífice del encuentro; la anfitriona Arabela Carreras (Río Negro), Sergio Ziliotto (La Pampa), Mariano Arcioni (Chubut) y el vicegobernador Eugenio Quiroga (Santa Cruz), que se conectó por videoconferencia por Zoom. Si bien su integración al bloque no está en duda, quien faltó fue Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur) por actividades en Buenos Aires.

“Hubo una coincidencia total en la previa”, expusieron desde el entorno de unos de los gobernadores. Hacia las 4 de la tarde, los mandatarios se dirigían hacia el aeropuerto de Viedma para partir a sus terruños. La tarea estaba hecha.

CON EL AVAL DE ALBERTO

En la Casa Rosada estaban atentos a la conformación de la naciente liga de gobernadores patagónicos. La iniciativa venía debatiéndose hace meses en reuniones bilaterales de Omar Gutiérrez, pero ya había sido conversada con miembros del Gabinete nacional y contaba el apoyo de Fernández.

El terreno ya estaba allanado: en apenas en un par de días se resolvió la postal de Viedma. Fernández saludó la novedad en pleno lanzamiento en el Consejo Económico y Social, y lo secundaron Máximo Kirchner, el ministro de Interior Eduardo “Wado” de Pedro, entre otros funcionarios.

Con pescado, mariscos y vinos regionales de almuerzo, los cuatros mandatarios que estuvieron cara a cara en Viedma definieron en un clima ameno y de transversalidad cuáles serán los primeros ejes a conversar con Alberto Fernández.

La prioridad es la conectividad, un déficit histórico de la región patagónica. Tanto en el cónclave como en la conferencia de prensa, los gobernadores dejaron en claro que las enormes distancias entre los pueblos sureños entre sí, las dificultades para el acceso a internet y la falta de obras ferroviarias, marítimas y terrestres jaquean las posibilidades de empuje a la economía local.

Tras ese acuerdo político, los ministros de cada área y asesores técnicos de cada jurisdicción tienen pautada una próxima reunión mensual donde empezarán trabajar en proyectos concretos para impulsar de conjunto. El segundo encuentro será en Puerto Madryn.

Mientras tanto, cada provincia tiene asignado un rol para trabajar sobre la conectividad: lo digital lo encabezará La Pampa, la aérea y terrestre serán coordinadas por Neuquén y Chubut; mientras que la ferroviaria estará liderada por Río Negro. Los representantes de Santa Cruz y Tierra del Fuego se integrarán al trabajo técnico con sus equipos.

MARCA INTERNACIONAL

“La Patagonia es una marca internacional reconocida que merece obras de infraestructura y un tratamiento en común. Decidimos iniciar este diálogo a partir de la conectividad. Tenemos problemas con la conectividad digital, la problemática del tren y la oportunidad de su desarrollo, y la conectividad aérea (que necesitamos) para achicar las distancias que tenemos entre las localidades”, expuso la anfitriona Arabela Carreras al finalizar el encuentro.

La lista de intereses es abarcativa. Los gobernadores tienen en carpeta la revisión de distintos aspectos a abordar de manera conjunta: energía, comunicación, puertos, turismo, minería y violencia de género son los asuntos preanunciados. Más tarde le tocaría el turno al plan de inversiones.

“Decidimos ir concretando de a una temática, para luego buscarle el financiamiento e ir concretando los lineamientos”, adelantó la gobernadora anfitriona. El plazo es 60 días: en abril tendría que concretarse la entrevista con Alberto Fernández.

La Patagonia es la única región del país que está reconocida oficialmente como tal. El sitio icónico siempre fue Viedma, la ciudad que soñó Raúl Alfonsín para mudar la Capital Federal y que finalmente naufragó como quimera de descentralización del poder político. Allí, en 1996, se firmó allí tratado patagónico por los gobernadores de entonces. Entre ellos estaba el ex presidente Néstor Kirchner.

A pesar de reconocerse como pingüino, el ex presidente Kirchner nunca tuvo como prioridad el impulso de la Patagonia como un bloque con autonomía y agenda propia. Mientras tanto, la superestructura regional creada en 1996 estuvo lejos de lograr dinamismo y vida propia.

Con Mauricio Macri hubo una iniciativa balbuceante en 2017. El ex mandatario cuyo “lugar en el mundo” es su estancia en San Martín de los Andes reunió aquella vez a los seis gobernadores para relanzar la identidad y augurar un nuevo futuro con el “Plan Patagonia”. La propuesta quedó en la nada y en una nueva frustración.

En más de dos décadas de intentos regionalistas, el gobierno de Alberto Fernández aparece como otra chance para constituir los viejos sueños patagónicos. Al Presidente le interesa que se conformen las áreas regionales interestatales y de impronta federal, como el proyecto de “capitales alternas” cuya cara visible es el ministro De Pedro. A fines del año pasado, se relanzó otro bloque similar que data de 2004: el Consejo Regional del Norte Grande, que reúne a las diez gobernaciones de las provincias más cálidas del país.

Fuente: Infobae

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