Los hermanos mayores de Mauro Zárate, Rolando y Ariel, tildaron de "traición" a la decisión del delantero de dejar Vélez para jugar en Boca, lo que revolucionó el mercado de pases del fútbol argentino.
"Roly", que era su representante hasta hace un par de días, expresó su dolor por lo sucedido y reveló que la familia Zárate, de histórica vinculación con el club de Liniers, recibió amenazas en las últimas horas. También dijo que en el seno familiar no comparten lo que Mauro, de 31 años, acaba de resolver y agregó que le pidieron incluso que reviera la decisión de irse a Boca.
"Nos sentimos traicionados como el hincha de Vélez. Me traicionó mi hermano. Hace más de diez días que no hablamos porque no compartíamos esta decisión. Discutí muy fuerte. Me desayuné con la peor noticia. Cada uno decide por sí mismo, pero a mí me clavó un puñal. Es ídolo. No sé cuántos hinchas se tatuaron su nombre, la cara. No me entra. Le explicamos también la locura en que vivimos, pero no le entraba ninguna bala", explicó Rolando.
"No tomó conciencia de esto. A mis viejos los amenazaron. Están destruidos. Nosotros no tenemos nada que ver con esto. Nos amenazaron por redes sociales", agregó en declaraciones televisivas. En tanto, el "Chino" Ariel Zárate, que es entrenador en divisiones inferiores del club de Liniers, midió un poco más sus palabras, pero reveló que su consejo para Mauro fue que no aceptara la oferta del "Xeneize".
"Yo le dije que no. Porque tenía que arrancar de cero en otro lugar y en Vélez no tenía que hacerlo, se había estabilizado. Él dice que es una decisión profesional y deportiva y no queda más que respetar la decisión. Sí me molesta que a mi hijo le escribieron un mensaje diciéndole que no nos querían ver más en el club. Yo recibí mensajes y eso duele. La gente cree que lo avalamos y no lo hicimos", sostuvo.
Y completó: "la decisión la tomó por su cuenta. Cada uno hace de su vida lo que quiere, pero hoy recibí esta noticia que iba a Boca y fue shockeante". La decisión de Mauro Zárate de abandonar Vélez para irse a Boca generó un profundo malestar en la entidad de Liniers: hinchas quemaron camisetas con el nombre del delantero -de acuerdo con videos publicados en redes sociales- y en el club rápidamente se dispusieron a remover cualquier imagen -tanto gigantografías en paredes del estadio José Amalfitani como fotos oficiales en Internet- en la que se viera al atacante con los colores de la institución.