La historia de las carreras solidarias y la ayuda que nunca les llegó a los soldados

Lo recaudado fue a parar al “Fondo Patriótico”, pero su destino resultó incierto. El contexto del automovilismo nacional en medio del conflicto bélico.

Hace 43 años, tropas argentinas desembarcaron en las Islas Malvinas y poco después se inició un conflicto bélico con Inglaterra. La guerra duró dos meses y medio y dejó graves consecuencias. Mientras tanto, salvo un fin de semana, el automovilismo argentino siguió adelante a pesar de esta coyuntura, pero también se involucró en forma solidaria. Además, la conflagración afectó a nuestros pilotos a nivel internacional y dos de ellos se vieron perjudicados en su camino hacia la Fórmula 1.

Aquel primer fin de semana de abril la única actividad nacional fue la apertura de la Fórmula Renault en Buenos Aires. La categoría escuela corrió en el pequeño circuito N° 5 (2.126 metros) y tras 30 vueltas resultó vencedor Roberto Urretavizcaya (Crespi). Tito fue escoltado por Miguel Ángel Etchegaray (Crespi) y Edgardo Lede (Berta).

Siete días más tarde, el TC corrió la Vuelta de Necochea con triunfo para el crédito local, Juan Antonio De Benedictis con su cupé Dodge. La carrera fue 48 horas más tarde del tristemente célebre “¡Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla...!”, lanzado por Leopoldo Fortunato Galtieri desde el balcón de la Casa Rosada.

Una semana después, el Rally Argentino puso primera con la realización de la tradicional Vuelta de la Manzana. El ganador fue Jorge Raúl Recalde a bordo de un Renault 18. El Cóndor de Traslasierra tenía en esa época apoyo oficial del Rombo.

Siguiendo con los inconvenientes, debido a la guerra también se canceló la fecha del Rally Mundial, por entonces denominado Rally Codasur. Los equipos extranjeros como Audi, Opel y Datsun, se opusieron a venir a correr más allá de que la carrera tenía como sede la provincia de Tucumán, a más de 4.000 kilómetros de Malvinas.

El domingo 2 de mayo se produjo el hundimiento del crucero ARA General Belgrano por parte del submarino nuclear británico HMS Conqueror, que produjo la muerte de 323 combatientes argentinos. Un día antes, en el Autódromo General San Martín de Mendoza, la Fórmula 2 Nacional y el TC 2000 corrieron por la tarde del sábado 1° de mayo.

El único fin de semana donde no hubo actividad fue el correspondiente al domingo 13 de junio, un día previo a que finalice la guerra. Siete días antes se llevó a cabo una jornada múltiple en el Autódromo de Buenos Aires y el TC corrió la Vuelta de Concordia con victoria para Emilio Satriano (Chevrolet).

En el aspecto internacional, el ambiente local aún terminaba de asimilar el retiro de la Fórmula 1 de Carlos Alberto Reutemann. Pocos antes del inicio de la guerra, el 21 de marzo, Lole dejó la Máxima después de abandonar en el GP de Brasil. La noticia se confirmó el 28 de marzo.

Asimismo, por aquellos días el Club Argentino de Pilotos (CAP) daba sus primeros pasos. Carlos Alberto Pairetti, uno de sus impulsores, sobre el contexto de correr en medio de una guerra, le admitió en su momento a CORSA que “como cualquier otro deporte, fuimos la distracción para el público. No nos llegaba nada de información y obviamente que de haber sabido la verdad nos hubiésemos manejado de otra manera. Por ejemplo, hubo una semana en la que hicimos tres carreras: en San Juan -donde fuimos en tren con todos los autos-, La Rioja y Catamarca. Una locura...”

AYUDA DE FIERRO

El deporte motor también se involucró para dar una mano durante la Guerra de Malvinas. Hubo varias carreras donde todo lo recaudado en concepto de premios, publicidad y entradas fueron para el denominado “Fondo Patriótico”. Sin embargo nunca se confirmó que esa ayuda haya llegado a los soldados que estaban dando su vida en Malvinas.

Por esos días Guillermo Maldonado era figura de la Fórmula 2 Nacional. Con un Berta-VW, Yoyo consiguió en aquél año su segundo título en la especialidad que en 1983 disputó su primer campeonato Codasur. El piloto más grande que entregó Nueve de Julio, en una entrevista con Gran Premioweb en 2013, dijo lo suyo: “Nunca se comprobó si ese dinero llegaba a destino”.

También admitió que “era muy difícil, pero especial correr en ésos días. Lo sentíamos mucho. Como ciudadano siento que cumplí con mi deber. Sin embargo también considero que todos fuimos engañados ya que durante esa época nunca supimos la verdad”. Asimismo, dejó en claro la dedicatoria de sus triunfos en esa época: “Todas mis victorias fueron para los soldados”.

En tanto que Juan María Traverso era piloto oficial de Ford en el TC 2000 y también corrió en el flamante Club Argentino de Pilotos. En esta categoría en las primeras carreras el Flaco tenía en la trompa de su Datsun 280 ZX una publicidad de jeans con la bandera de Inglaterra. Por “recomendación”, debió cambiar esa decoración...

La Asociación Argentina de Automóviles Sport (AAAS) organizó una jornada múltiple en el Autódromo. Fue el 6 de junio, ocho días antes de la finalización de la guerra. El evento reunió a cuatro categorías nacionales: el TC 2000, el Turismo Nacional (Dos Horas de APAT), la Fórmula 2 Nacional (con varios pilotos sudamericanos) y la Fórmula Renault. La cita se denominó “Sudamérica con nuestras Malvinas”.

Las ganancias fueron a destinadas también al Fondo Patriótico. Pedro Lartigue, secretario de la entidad e integrante de la misma en 1982, también habló y aseguró que “juntamos 25.450.000 millones de pesos (valor de ese momento). El dinero le fue entregado al ente recaudador que había creado el Gobierno. Se lo dimos el miércoles después de la carrera, pero nunca supimos qué pasó con ello...”

Lartigue agregó que “si bien estuvimos orgullosos porque sentimos que estábamos ayudando a la Patria, nos agarramos la cabeza porque a los pocos días se terminó la guerra. Obviamente que nadie del Estado vino y nos devolvió parte del dinero o al menos nos dio una explicación”.

De esta forma el esfuerzo del automovilismo argentino por esa causa nacional no habría arribado a destino. Al igual que las cartas, ropa y comida de los familiares de los soldados, los chocolates que enviaron los más chicos, y lo recaudado -por ejemplo- en el programa especial “24 Horas por las Malvinas” (emitido en vivo por ATC, hoy TV Pública), todos gestos de la población que finalmente en muchos casos quedaron en nada y que jamás llegaron a las islas.

Fuente: Infobae

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