La narco de 27 años que mandaba a tirotear a jueces y dealers

"Recagalo a tiros porque no me paga. Andá, aplicale mafia y decile que me pague", es uno de los mensajes que salieron del teléfono de Lucía Uberti, la temible cabecilla de la banda narco rosarina "Los Monos", que tiroteaba las casas de jueces y podría recibir una condena ejemplar.

Lucía Uberti de apenas 27 años es la única mujer que está siendo juzgada en Rosario por los atentados ejecutados por la narcobanda de Los Monos. Su papel dentro de la organización no sería secundario: la señalan como la encargada de dar las órdenes en diez de los doce ataques.

Uberti fue detenida en septiembre de 2018 cuando estaba embarazada de seis meses. La arrestaron junto a su novio Matías Ezequiel César de 24, uno de los seis hombres que este viernes comenzaron a ser juzgados por los ataques a tiros contra edificios judiciales y domicilios de jueces que intervinieron en distintas investigaciones contra integrantes de Los Monos.

Desde la Unidad Penitenciaria de Mujeres Nº 5 de Rosario, donde actualmente se encuentra detenida, la joven siguió el debate que arrancó con un fuerte escándalo por la amenaza de Ariel “Guille” Cantero (33) a la jueza Hebe Marcogliese.

Cantero, uno de los cabecillas de la narcobanda más famosa del país, respondió que “contrata sicarios para tirarle tiros a los jueces” cuando la magistrada le pidió que especifique los “oficios varios” a los que dijo dedicarse.

Los investigadores están convencidos que Cantero sería el cerebro detrás de los atentados. Desde las cárceles de Piñero (Santa Fe) y Resistencia (Chaco) habría planificado y organizado los ataques en los que Uberti habría jugado un papel clave.

Los fiscales Matías Edery, Gastón Ávila, Miguel Moreno y Aníbal Vescovo consideran a la acusada “partícipe primaria e instigadora” en diez ataques a tiros. Además, le imputan los delitos de “extorsión agravada por el empleo de arma de fuego” y “tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra, en carácter de autora”.

En la primera audiencia del juicio que se lleva adelante en el Centro de Justicia Penal de Rosario, los funcionarios adelantaron que pedirán una condena ejemplar a 24 años de prisión, la misma pena que reclaman para su novio y “Guille” Cantero.

Las pruebas contra Lucía son “abrumadoras”, aseguran los investigadores. De su teléfono celular, por ejemplo, recuperaron varios mensajes con las órdenes que bajaba. Y no solo con el tema de los atentados sino también con otras amenazas vinculadas al negocio de la droga. “Recagalo a tiros porque no me paga. Andá, aplicale mafia y decile que me pague”, dice uno de los chats que figura en la causa judicial.

En la audiencia imputativa que se realizó después de su detención, el fiscal Matías Edery señaló que Lucía intimidó por WhatsApp a un joven que supuestamente le debía dinero y luego le ordenó a un menor que le balearan la casa.

“Dijiste que me ibas a pasar plata y no me pasaste nada. Al final te hacés el boludo. Mirá, yo te la hago corta. Donde te vea te hago meter un tiro, y donde vea tu auto te lo hago prender fuego. No me interesa. Ya te lo dije, chau”, le dijo en un mensaje que le envió el 14 de julio de 2018, según reprodujo en su momento el diario “La Capital” de Rosario.

Siete días después bajó la orden a uno de los supuestos gatilleros de la banda: “Mati, andá, aplicale mafia. Posta, de verdad, no porque esté en pedo ni nada. Me rescato. Andá y decile que me pague. Decile: ‘Loco, pagale a la Lucía’. Aplicásela”.

Ocho días después, en horas de la madrugada, dispararon contra una vivienda de la calle Suipacha 3900. “En virtud de lo ocurrido la víctima fue obligada a realizar la entrega de 6.500 pesos, que se efectivizó en misma fecha durante la tarde”, informaron desde el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe.

La pareja de Lucía, otro de los acusados en este juicio, también mantenía un trato directo con “Guille” Cantero. Hablaban casi todos los días. Y sin intermediarios. Lucía, en realidad, se comunicaba más con Daniel “Teletubi” Delgado (31), un narco de Los Monos que cumple condena a 21 años de prisión por su participación en un triple homicidio ocurrido en 2012.

Delgado también está siendo juzgado por los atentados. Lo relacionan con tres de los doce ataques ejecutados entre mayo y agosto de 2018 (ver aparte). Para él, los fiscales piden una condena a 13 años de prisión que, unificada con la anterior, llegaría a 34 años.

Los cuatro principales implicados (Cantero, “Teletubi” Delgado, Lucía y su novio Matías) aparecen juntos en tres de los doce atentados. El primero de ellos fue un ataque simultáneo ocurrido el 4 de agosto cuando dispararon contra el domicilio de la jueza Marisol Usandizaga, quien integró el tribunal en el juicio oral y público contra Los Monos, y el Centro de Justicia Penal de Rosario.

Según los investigadores, “Guille” Cantero pasó por Whatsapp las direcciones de los domicilios que debían ser atacados a “Teletubi”, Matías César y Leandro Olivera (31), otro de los acusados para el que piden que cumpla una pena a 13 años de prisión.

Delgado transmitió esa información a Lucía, quien a su vez se aseguró que los ataques contra calle Libertad al 300 y contra el Centro de Justicia se realicen simultáneamente, con el objeto de crear confusión. Seis días después aparecen juntos en el ataque contra la familia de la misma jueza.

TRIBUNALES BLINDADOS

La Justicia Penal de Rosario evalúa blindar sus edificios luego de la última balacera contra el Centro de Justicia Penal, dos días antes del comienzo del juicio oral al líder de Los Monos, Ariel “Guille” Cantero, acusado de organizar otros diez atentados similares en 2018.

La defensora provincial del Servicio Público de la Defensa Penal, Jaquelina Balangione, aseguró que el nuevo ataque a balazos “es un mensaje que no respeta límites y va contra el sistema”. Si bien aclaró que no aún no hay responsables por el hecho, apuntó que los proyectiles impactaron cerca de donde se sienta una de las defensoras regionales que interviene en la causa por estos ataques contra la Justicia.

Balangione comentó que el organismo acaba de adquirir una propiedad por calle Mitre, frente al edificio del CJP, al cual están evaluando blindarlo a raíz de estas amenazas contra el sistema.

Fuente: Diario Perfil

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