La casa de Marcelo Osvaldo Soria, fue requisada la tarde de la masacre que culminó con la muerte de tres personas, desde entonces quedó abandonada y dentro del lugar permanecían tres perros que en las últimas horas preocupaban a vecinos por el hecho de que se encontraban ladrando y aullando.
Durante la mañana de este jueves, el fiscal Héctor Iturrioz y personal policial ingresaron a la vivienda y sacaron a los perros que fueron llevados al Dispensario de Comodoro.
También se encontraban voluntarios de la Asociación de Lucha Contra el Maltrato Animal (ALMA), personal de la Municipalidad de la ciudad y de la empresa Urbana.
Patricia Calvo, voluntaria de ALMA detalló a El Patagónico que "gracias a los vecinos que le bajaron agua y comida estaban bien, gorditos. Dos estaban tranquilos y uno estaba tenso, estresado por la situación, fue más complicado agarrarlo pero ya están en el dispensario canino y se quedaron bien, tranquilos".
Calvo agregó además que "se trata de dos machos y una hembra castrada, que van a estar 30 días a la espera del reclamo de algún familiar y si después de ese plazo nadie los reclama, van a ser puestos en adopción. Hay vecinos interesados en adoptarlos por suerte, aunque debemos esperar ese tiempo".