Más de 100 personas fallecieron en México por un terremoto de 7.1 grados

El potente movimiento telúrico derrumbó edificios y provocó la interrupción de los principales servicios públicos en ciudades de la región central del país. Ya el 7 de septiembre un sismo de 8.2 grados en la escala de Richter había causado 98 muertos en el sur mexicano.
Más de 100 personas murieron ayer en México tras un potente sismo de 7,1 grados que derrumbó edificios y provocó la interrupción en los principales servicios públicos en ciudades de la región central del país, informaron autoridades y medios locales.
El temblor registrado a las 13.14 hora local (15.14 hora argentina), con epicentro 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, en el central estado de Morelos, y a una profundidad de 57 kilómetros, derrumbó edificios y otras estructuras en varias zonas de la capital mexicana, y causó cortes en el servicio eléctrico, fugas de gas e interrumpió el servicio de telefonía y el del subte.
El temblor generó numerosas escenas de pánico y ocurrió dos horas después de que la población saliera a las calles de todo el país en un simulacro conmemorativo del terremoto de 1985, el peor en la historia del país, que fue de 8.1 grados de magnitud y dejó miles de muertos.
El presidente Enrique Peña Nieto, quien viajaba a Oaxaca al momento del sismo, convocó al Comité Nacional de Emergencia para evaluar los daños provocados y anunció en su cuenta de Twitter que sobrevolará las zonas afectadas.
Tras percibir el movimiento, ciudadanos que habitan y trabajan en edificios altos captaron imágenes de derrumbes de varios inmuebles en zonas como las colonias Condesa y Roma, reportó la agencia Efe.
Las actividades escolares fueron suspendidas, al igual que la sesión bursátil de la Ciudad de México, para salvaguardar la seguridad del personal y las instalaciones.
En tanto, muchos ciudadanos salieron de inmediato a asistir y brindar ayuda en los derrumbes.
Peña Nieto, también, pidió "evitar circular por calles y avenidas".
"He ordenado evacuar los hospitales con daños y trasladar a sus pacientes a otras unidades médicas", tuiteó ayer por la tarde el mandatario, y agregó: "también he indicado que los servicios de emergencia del IMSS e ISSSTE estén abiertos a toda la población".
Además, Peña Nieto indicó que los servicios de emergencia del Instituto Mexicano de Seguridad Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado "estén abiertos a toda la población".
Mientras se dirigía a la Ciudad de México a bordo del avión presidencial, Peña Nieto también manifestó su pesar por los primeros reportes que indicaron el colapso de algunas construcciones en barrios como Condesa, Roma y Del Valle, informó el diario local Excelsior.
"Importante evitar circular por calles y avenidas para permitir el paso a los vehículos de emergencia", tuiteó el mandatario. "Antes de regresar a su vivienda o edificio, revisen si presentan daños, desconecten la luz y cierren el gas", agregó.

FATAL COINCIDENCIA

El terremoto de ayer se produjo como fatal coincidencia el día en que se cumplían 32 años del terremoto más fuerte de la historia de la región central de México y de su capital, que con 8.1 grados se produjo el 19 de septiembre de 1985. Según cifras oficiales, en esa jornada murieron 3.192 personas aunque organismos locales estiman que fueron unas 20.000.
El epicentro del terremoto del 85 se localizó en el océano Pacífico mexicano, cercano a la desembocadura del río Balsas, en la costa del estado de Michoacán, y el hipocentro a 15 kilómetros de profundidad bajo la corteza terrestre.
Ocurrió a las 7.17 hora local (9.17 hora argentina) y afectó las zonas centro, sur y occidente del país, en particular a la Ciudad de México, donde se percibió a las 07.19 y superó en intensidad y daños al registrado en 1957, que hasta entonces había sido el más notable, según reportaron medios mexicanos.
La réplica acontecida un día después, la noche del 20 de septiembre de 1985, también tuvo gran repercusión para la capital, ya que hizo colapsar estructuras que se habían reblandecido un día antes.
"Ante la carencia generalizada en el país de una cultura de la protección civil, protocolos de acción y recursos de toda índole ante las grandes catástrofes​ y una generalizada inacción y minimización de las consecuencias por parte del gobierno encabezado a nivel federal por el entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado, la situación vivida las 48 horas siguientes al sismo fue de un caos generalizado", informaron entonces medios mexicanos.
El número preciso de muertos, heridos y daños materiales nunca se conoció, y solo existen estimaciones que van desde los 3.192 (cifra oficial)​ hasta los 20.000 muertos, mientras que los daños fueron calculados en 8.000 millones de dólares, 250.000 personas quedaron sin casa y 900.000 fueron evacuadas.
Las tareas de rescate se prolongaron hasta octubre, y las de remoción de escombros hasta diez años después, mientras que aún hoy, en 2017, existen campamentos derivados de aquel sismo.

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