Piden que no haya contacto entre niños vejados y su abuela

Fuentes de la ciudad de Santa Rosa revelaron a este diario que desde el Juzgado que interviene en la causa de los cinco chicos vejados por su madre y su pareja, se requirió a autoridades del municipio de Caleta Olivia, encargadas de contener a tres de los niños, que no se permita el acercamiento de la abuela a los mismos.

Caleta Olivia (agencia). Cabe recordar que tres de los chicos (de 8, 14 y 15 años de edad) que fueron separados de su madre por haberse detectado que eran sometidos indistintamente a maltrato, prostitución y vejaciones, continúan en el Hogar de Niños Municipal a la espera de que se presenten sus respectivos padres para reclamar la tenencia, mientras que otros dos (de 4 y 10 años) ya fueron entregados a sus progenitores hace pocas semanas.

No obstante, al inicio de esta semana pudo saberse que uno de los que aún se encuentran a resguardo ya habría sido contactado por su familia paterna e incluso habría pasado el fin de semana largo con ellos.

Como ya había informado este medio en ediciones anteriores, una maestra de la niña de 4 años había formalizado una denuncia por problemas en el seno familiar, en la Oficina de la Niñez, desde donde se dispuso un trabajador social para corroborar la situación.

Mientras ello estaba en marcha la madre de las víctimas, Marina Álvarez, de 37 años de edad, decidió irse a la capital pampeana y pese a que el padre de la niña presentó una denuncia la Defensoría Oficial no pudo detenerla.

PORMENORES DEL CASO

Tras permanecer solo dos meses en Santa Rosa junto a su pareja, Gabriel Cárcamo de 19 años de edad, a raíz de una serie de denuncias de vecinos de esa misma ciudad, a fines de noviembre la policía pampeana –con intervención judicial- detuvo a la pareja y puso en resguardo a los cinco menores de edad que relataron el calvario que padecían.

La mayor de las hijas, de 15 años, contó que era obligada a prostituirse y que en reiteradas ocasiones había sido violada por el novio de su madre con conocimiento de ésta.

También relató que mientras vivían en Caleta Olivia su madre la enviaba a vender pan “a la ruta”, pero a través del sistema de Cámara Gesell los profesionales que la entrevistaron detectaron que en realidad era obligada a prostituirse, hecho que fue ventilado por el diario La Arena.

Otro de los relatos estremeció a los investigadores y a los equipos técnicos que se ocuparon del caso: otro de los hermanitos, de 8 años, era sometido a aberrantes vejaciones por la propia madre.

“LOS CHICOS ESTABAN EN SITUACION DIFICIL”

La abuela de los niños que reside en Caleta Olivia, de apellido Alarcón, reconoció a través de otros medios informativos (aunque solo se presentó con el nombre de Alicia) que “los chicos estaban en situación difícil porque a veces ni la madre, ni el concubino, trabajaban y es cierto que vendían pan en la Zona de Chacras”.

Sin embargo, llama la atención que haya permitido que ello siguiera sucediendo ya que sus vecinos aseguran que ella tiene una posición económica holgada y no impidió que los niños siguieran vendiendo pan a la intemperie soportando viento, lluvia, frío o calor.

No obstante, ahora se rasga las vestiduras por sus nietos reclamando su custodia, amenaza con iniciar acciones legales a medios informativos y critica a los funcionarios de la Oficina de la Niñez por no darle respuestas para que pueda visitarlos.

Sin embargo, Diario Patagónico constató que no existe ninguna denuncia de su parte ante autoridades policiales ni en otras instituciones sobre la explotación laboral a los menores de edad.

Es más, fuentes policiales de La Pampa confirmaron que el juzgado de Santa Rosa que interviene en este aberrante episodio enviaron una notificación al organismo municipal de Caleta Olivia que mantiene en resguardo a tres de los menores solicitando “que no se proceda con la abuela”.

Esto implica que debe prohibirse a la misma tomar contacto con sus nietos ya que la justicia entiende que por su cercanía familiar debió haber tenido conocimiento de los padecimientos de los niños.

Por otra parte, pudo saberse que Marina Alvarez continúa detenida en la Comisaría Sexta de Santa Rosa, en tanto que Gabriel Cárcamo está alojado en la dependencia policial de Eduardo Castex, localidad ubicada 82 kilómetros al norte de la capital pampeana.

Ambos se encuentran en carácter de comunicados y a disposición del Juzgado de Instrucción, a cargo de Fernando Rivarola.

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