Para empezar, no habrá servicio de transporte público. También se adherirán los gremios de los camioneros (no habrá recolección de residuos, clearing bancario, reparto de mercadería ni distribución postal) y no funcionarán los taxis, aviones, escuelas, bancos, Justicia, naftas, puertos y comercios y bares. Además, podrían no abrir los supermercados.
Los gremialistas coincidieron en ambos actos en apuntar contra la política económica del Gobierno y en justificar la huelga del martes para "defender los derechos de los trabajadores". "El paro es para que este Gobierno escuche a los trabajadores y rectifique las políticas económicas que nos trajeron hasta acá", dijo Héctor Daer, referente del alicaído triunvirato de la Confederación General del Trabajo.
"Hay que terminar con las políticas de este gobierno", afirmó el líder de Camioneros Hugo Moyano. En Azopardo, los directivos de la CGT exhibieron como un logro la adhesión al paro de los 20 gremios que se nuclean en el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que encabezan el taxista Omar Viviani y el ferroviario Sergio Sasia.
En Ferro, los dirigentes que no forman parte de la conducción de la CGT confirmaron su adhesión al paro general que lanzó la central obrera y adelantaron la siguiente protesta: una marcha a la Basílica de Luján el 20 de octubre. La huelga de este martes será la cuarta durante la gestión de Mauricio Macri.