Quinta hora: "si están cansadas, renuncien y pongan un quiosco"

Una docente compartió su experiencia con respecto a la reforma que se impondrá el próximo miércoles en las escuelas de Chubut. Además, expresó su malestar ante la respuesta que le dieron autoridades educativas.

Contra viento y marea, en noviembre comenzará a implementarse la quinta hora en más escuelas de Chubut. En la Región VI, que comprende a Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, la experiencia se realizará en las escuelas 1, 26, 39, 52, 111, 119, 153, 154, 155, 169, 171, 183, 197 y 798. En los últimos días, el gremio más numeroso de docentes, ATECh, pidió sin éxito su postergación.

En este contexto, Romina Saltiva -profesora de enseñanza primaria desde hace 30 años- recordó en AZM TV que “en 2021 empezaron tres escuelas como experiencia piloto y en 2022 se hizo un relevamiento en varias escuelas para ver qué docentes estábamos interesados en la implementación de esa quinta hora; en qué instituciones trabajábamos y cómo nos podíamos arreglar para llegar de una escuela a otra. Se hizo relativamente prolijo; evaluado y consensuado”.

No obstante, a la hora de la presentación de la evaluación los docentes no fueron convocados. “En responsabilidad pedagógica históricamente nos pidieron opiniones, pero desde hace varias gestiones dejaron de hacerlo y acá no participamos cuando se decidió si era viable o no”, apuntó Saltiva en referencia a las autoridades del Ministerio de Educación que conduce José María Grazzini.

Recordó asimismo que la quinta hora fue pensada “para reforzar Lengua y Matemática, que son las grandes dificultades, no solo a nivel provincial. Acá nos pusimos la camiseta y tuvimos la primera experiencia en la escuela en que yo trabajo, en el turno tarde”.

El resultado “no fue fructífero porque los niños terminaban muy cansados. Son nenes muy chiquitos y tampoco se respetaba la educación integral del niño porque él luego se va a inglés o a otras propuestas que desde la perspectiva integral necesita para ser formado”.

Además, “llegaban las cuatro de la tarde y los niños se dormían. No nos mandaban la merienda reforzada, aunque luego empezaron a hacerlo en algunas escuelas. Pero no contamos con el personal operativo porque en estos meses estamos con paro de porteros.

Hay muy pocos auxiliares integrales dentro de las instituciones, donde no dan los tiempos porque tampoco está resuelto lo edilicio; la higiene; no dan los tiempos. El planteo es hoy”.

La docente recordó que “la semana pasada nos informan nuestros directivos que teníamos que empezar con la quinta hora en noviembre, a un mes y medio de terminar el ciclo lectivo.

Siento que es una imposición porque no se respeta el trabajo. Nadie piensa en los alumnos. Varias escuelas dijimos que nuestros niños están cansados y nosotros también”.

Sin embargo, “algunas respuestas que nos dieron fue: ‘si están cansadas, renuncien y pongan un quiosco’. Me parece tan triste que te digan eso cuando yo elegí ser docente porque hago lo que amo y no trabajamos un solo cargo porque el salario inicial es de 140 mil pesos y con eso no cubrimos ni la mitad de una canasta básica. Y además en muchas escuelas desde mayo no se paga la quinta hora”.

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