Raúl Galván: "me lloré todo"

Uno de los entrenadores más reconocidos del rugby local y regional se refirió a la histórica victoria de Los Pumas sobre los All Blacks. "No es casualidad", aseguró.

El triunfo de la selección argentina de rugby sobre su par de Nueva Zelanda ya forma parte de la historia grande del deporte nacional. En todas las latitudes se festejó la hazaña como un campeonato, y la familia rugbística de Comodoro Rivadavia no estuvo ajena a tamaña alegría.

Raúl Galván, un referente de la región y actual entrenador de Las Maras, equipo femenino de Chenque, atendió esta mañana el llamado de El Patagónico sin haber pegado un ojo y con la emoción a flor de piel, que perduraba desde la madrugada.

“No dormí, todavía estoy mateando porque recién me estoy dando cuenta. Es una locura, es como si hubiese jugado, me lloré todo. Ahora mismo estoy hablando y me estoy quebrando”, confesó.

Como todo estratega, el “Profe” dejó un rato de lado al hincha e inmediatamente dio sus primeras apreciaciones sobre lo que le dejó este encuentro por el Tres Naciones a nivel técnico y táctico.

“Es el partido soñado, porque podés ganar por un accidente, por un penal, por una jugada, por el descuido de un jugador, por un tackle fallido, pero cuando arrancás en el minuto cero y terminás en el minuto 80 donde las formaciones fijas, las formaciones móviles, la defensa, el ataque, la coordinación, el juego de manos, el equilibrio defensivo funcionó como un relojito, no es casualidad”, analizó.

“Hubo una defensa férrea, no hubo apuro para jugar la pelota, hubo posiciones, por ejemplo, en el ruck, con espera, con control, donde Cubelli hizo un partido espectacular marcando los tiempos, esperando para ver si la pateaba él o si se la abría a Nico Sánchez, que estuvo acertadísimo con la pelota, tanto a los palos como para despejar”, remarcó.

Asimismo, Galván destacó la labor de los más jóvenes. “Hay jugadores como Chocobar, Carrera, que tienen un par de partidos. Para Chocobar fue su primer partido. Vos decís, a un chico de 20 años, jugando ante los All Blacks, se le tiene que caer la pelota del nerviosismo. ¡Y no! ¡No pasó nadie por ahí, fue una muralla! Carrera, cuando se golpeó la cabeza, no quería salir”, acentuó.

“QUERER ES PODER”

En tiempos de pandemia, en todas las disciplinas deportivas fue imposible trabajar normalmente y en equipo, algo esencial en este tipo de deportes, pero los jugadores se las ingeniaron, algunos en sus casas, y así llegaron a este trascendental partido.

En ese sentido, Raúl Galván enfatizó: “Uno abre y cierra sus posibilidades. Esto es ponerle empeño, ganas, esfuerzo, sacrificio, no hay otra forma. El último entrenamiento de Los Pumas fue en el comedor. ¡Te preparaste en el comedor para jugar contra los All Blacks! Sacaron las mesas, las sillas y decías ‘es un chiste, no podés entrenar en un comedor para jugar ante el mejor equipo del mundo’”.

“Eso es mentalizarse. Si le ponés todas las ganas, ese comedor se transforma en un campo de entrenamiento, es el valor que les des a las cosas, es no tener pobreza mental. Ahí es donde resurge la garra, el compromiso, la voluntad, el crearte la historia, el manejarte tu mapa mental”, recalcó.

Con los resultados a la vista, señaló la importancia que tiene este logro en todo sentido. “Es un efecto multiplicador, es un efecto dominó, porque va a repercutir en el resto de los jugadores. Si Los Pumas pudieron entrenar en un comedor y ganarle a los mejores del mundo, yo puedo hacer lo mismo. ¡Claro que se puede! Querer es poder”, sentenció.

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