El establecimiento de servicios industriales funciona desde hace casi nueve años en inmediaciones de la rotonda de las inconclusas obras del puente y avenida de circunvalación de la Ruta 12 que conduce a Cañadón Seco, zona del barrio 3 de Febrero.
Fueron dos los desconocidos, aparentemente muy jóvenes por los registros que grabaron algunas cámaras de video, quienes, alrededor de las 2:15 ingresaron por los fondos del predio, desmoronando un cerco de alambre tejido y un poste de madera.
Luego se introdujeron al taller forzando una gruesa chapa que está a una altura de algo más de dos metros por encima de una pared de concreto, en un lateral del edificio.
Además se movilizaban en un auto de color oscuro estacionado en las inmediaciones, por lo cual no se descarta que también intervino un tercer individuo.
Alumbraron los sectores con dos linternas y quedó en evidencia que conocían las instalaciones industriales porque desactivaron un sensor de movimiento y un DVR que almacena los videos de cuatro cámaras, pero no sabían que existe otro aparato similar oculto que posibilitó almacenar filmaciones de otras tres cámaras.
Se llevaron tres amoladoras, una máquina soldadora, varias máscaras que se utilizan para proteger los ojos y tres cajas de herramientas, según se desprende del primer inventario que hizo el propietario, restando conocer si también sustrajeron algunos elementos de varios autos y vehículos pesados que estaban en turno de reparación.
Aguirre estima que los elementos detectados como sustraídos tienen un valor que oscila en los 12 y los 15 millones de pesos y al comentar el caso a la prensa expresó su indignación por la falta de seguridad en la zona, indicando que el patrullaje de móviles policiales en horas nocturnas es escaso.
Presume que gente que alguna vez pudo haber estado allí en calidad de clientes o bien algún exempleado de la firma hayan estado involucrados en este primer robo que se acusó en el taller, aunque ello queda en el plano de las hipótesis y espera que policías de la DDI que llevan adelante las investigaciones puedan identificar y detener a los delincuentes.
Pero mientras ello ocurre, Aguirre hizo saber a la prensa y a través de redes sociales que ofrece una recompensa de 2 millones de pesos para quien pueda aportar datos que permitan dar con los responsables.
“Da bronca los hechos de inseguridad que se están registrando en Caleta Olivia y que uno tenga que llegar a esto, pero necesito recuperar las herramientas que tanto costó comprar durante muchos años y son fundamentales para nuestro trabajo”, expresó visiblemente indignado.