La movida de Deportivo Riestra de poner en cancha (¡y de titular!) al streamer o influencer conocido como Spreen ante el puntero Vélez, definitivamente no pasó desapercibida. La decisión de sacarlo apenas pasó un minuto de juego y después de pegar una patada alevosa a propósito para parar el partido, tampoco. Nadie quedó contento.
De un lado, los puristas del fútbol se quejaron en la previa. Que "es una vergüenza" o "un papelón mayúsculo", que "están hiriendo de muerte al fútbol argentino", que "es un partido donde se juegan cosas importantes", que algo así "amerita cambio de reglamento", que "la culpa es del pibe", que "la culpa no es del pibe sino del entrenador"...
Del otro, los que se paran en el azaroso lado "a ver qué pasa" de la vida se decepcionaron rápidamente. Que "no tienen vergüenza", que "es cualquier cosa", que "cómo lo vas a sacar al minuto", que "dejalo tocar una pelota", que "perdiste una ventana de cambios en un partido con mucho en juego", que fue un "show pésimamente manejado", que "la culpa no es del pibe pero un poco sí"...
La iniciativa -por llamarla de alguna manera- pareció haber enojado a todos a excepción del sponsor de Riestra, empresa cuyo dueño también oficia de mandamás en el club, y que hasta puso su marca en los botines de Spreen. Ojo, otros que no habrán quedado demasiado disconformes son los habitués del mundo de las apuestas deportivas online.
Por Iván Buhajeruk (el streamer de 24 años), qué decir: se habrá llevado su buena moneda, podrá contar que "jugó" en Primera y hasta se "ganó" un perfil en el afamado sitio futbolero Transfermarkt. Además, vale destacar que actuó muy bien su papel de futbolista profesional, al menos en las prácticas de la semana y en la entrada en calor. Incluso hasta en su salida de la cancha, devolviendo los aplausos de la tribuna aunque sin poder disimular una sonrisa picaresca por haber protagonizado un papelón que dejó inconformes hasta a quienes lo bancaban.