El padre de una joven de 29 años se volcó a la justicia para dejarle de pagar la pensión alimentaria ya que no trabaja, tampoco busca empleo, ni demuestra tener afecto por el hombre. El insólito hecho ocurrió en Béjar, España.
La chica involucrada en el hecho solo trabajó un día y vive junto a su pareja. Es hija de un matrimonio que se divorció de mutuo acuerdo en noviembre de 2005 y desde entonces el padre lleva pagando una pensión alimentaria de 125 euros mensuales a cada una de sus dos hijas.
Según datos brindados por la Tesorería General de la Seguridad Social, la mujer solo trabajó un día, entre el 10 y el 11 de mayo de 2016. Incluso desde el 1 de enero de 2021 percibe la renta de inserción por parte de la Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León por un importe de 401,92 euros.
Esta no es la primera vez que el padre decide deshacerse de este pago. En 2018 se desestimó en primera instancia. En la sentencia se aclara que, en ese momento, “la joven no podía vivir de forma independiente”, aun teniendo un título como técnica de farmacia y parafarmacia porque la situación de acceso al mercado laboral para los jóvenes "era complicada".
A pesar de eso, desde la resolución, “no se aporta documento alguno que acredite que ha tenido algún trabajo, ni que está en búsqueda activa de empleo, ni que siga formándose”.
En 2017 la joven se fue a vivir con su padre de Béjar y la convivencia derivó en una denuncia a su progenitor por malos tratos que obligó al hombre a dejar su propia vivienda. Finalmente, la denuncia fue archivada.
Actualmente, vive en pareja desde hace diez años, aunque aseguró que el hombre al que se refiere su padre es su casero y le cobra 50 euros mensuales.
Desde la justicia española determinaron, a raíz de todos estos casos, que la chica “mantiene un evidente y manifiesto desinterés por buscar un trabajo de forma activa y por trabajar, y si bien no tiene independencia económica, esta solo es debida a su falta de diligencia e interés en la consecución de un empleo”.
Por esos motivos, la Audiencia Provincial de Salamanca acordó la suspensión de la pensión de alimentos a la joven, ya que quedó en evidencia "la situación de pasividad" en la que se ha colocado "voluntariamente" respecto a procurarse una forma de vida.