Dicen que la realidad siempre supera a la ficción, y cada vez parece más evidente que estamos condenados a vivir lo que anteriormente se ha visto en la pantalla, por muy trágico o triste que pueda ser. Y no, no estamos hablando de las divertidas y casi siempre acertadas predicciones de Los Simpson, sino de una de las escenas de la ya no tan exagerada “No mires arriba” (Dont look up).
La película de Adam McKay con Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio en el papel de dos astrónomos que descubrían un meteorito a punto de impactar contra la Tierra y generó un gran debate con su estreno.
¿Cuánto de realista o exagerada era la película? Y es que no había que olvidar que se trataba de una sátira sobre el fin del mundo y como se comportaría la gente ante un anuncio de ese calibre. El problema es que ahora una de sus escenas ya no está tan alejada de la realidad.
Durante un noticiero en una cadena de televisión de Reino Unido, un experto meteorólogo advertía de la actual ola de calor que asola Europa y el resto del mundo.
Y, en una situación muy parecida a la que le sucedía a Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence) y Randall Mindy (Leonardo DiCaprio) en “No mires arriba”, este meteorólogo se veía interrumpido por la presentadora para intentar bajarle el tono de preocupación a lo que decía el profesional.
"John, quiero que estemos contentos por el tiempo. Siempre ha hecho calor en verano", bromeaba la presentadora Bev Turner ante la mirada atónita de John Hammond, el meteorólogo de GB News que intentaba explicar por qué unas temperaturas cercanas o superiores a los 40 grados no eran en absoluto algo normal o motivo para estar contentos.
El montaje publicado en Twitter, que combina la escena de No mires arriba con el extracto del noticiero británico, no tardó en hacerse viral y más con la presente ola de calor, que está siendo uno de los temas más comentados en redes en los últimos días.
Parece ser que Adam McKay no predijo el drástico cambio de temperaturas por el cambio climático (aunque puede que sea este el mensaje implícito del filme) pero desde luego acertó a la hora de plasmar la falta de escrúpulos del personaje de Cate Blanchett que ha tenido su correspondencia en la vida real.