Vecinos del Stella Maris padecen desde hace tres meses diversos derrames cloacales

Los habitantes del barrio Stella Maris reclaman por grandes pérdidas cloacales en la zona. El problema comienza sobre la calle Código 561 y se extiende durante varias cuadras; atraviesa la plaza de la Escuela 169 y llega a inmediaciones del Centro de Salud.
Las grandes pérdidas cloacales en el barrio Stella Maris modificaron el día a día de los vecinos de la zona. Una simple tarea, como dirigirse a la parada de colectivos, puede ser una verdadera odisea para cualquier persona. Es que la gran cantidad de aguas servidas dificulta el paso de los transeúntes y la diversión de los más chicos.
"Para agarrar el colectivo hay que dar vuelta la cuadra para que las zapatillas no se llenen de agua. Es eso o llegar al trabajo con olor a podrido. Ya estamos cansados del problema porque hace tres meses que si no explota una, seguro explota la otra cloaca y nadie se hace cargo", señalan los vecinos de la zona.
Según los habitantes del lugar, la Sociedad Cooperativa Popular Limitada (SCPL) aclaró que el problema radica en que el barrio creció demasiado y el sistema cloacal no da abasto a tanta demanda, por lo que los derrames en muchas situaciones son incontrolables.
El conflicto comienza sobre la calle conocida como Código 561 y se extiende hasta el camino Juan Domingo Perón, atravesando la plaza de la Escuela 169 y abordando inmediaciones del Centro de Salud del barrio.
"Los chicos juegan, pero tenemos miedo de que se puedan agarrar una enfermedad en cualquier momento. Es una situación que te dan ganas de llorar porque nadie te da una respuesta y pareciera que la Cooperativa se burlara de nuestra situación", detallan los damnificados.

QUE USEN LAVANDINA
El reclamo de los habitantes del sector se vuelve activo cuando subrayan que desde la SCPL les aconsejaron que debían baldear sus veredas con lavandina para no correr ningún tipo de peligro y que la institución le devolvería los gastos de los productos utilizados.
"Es una joda. No podemos estar limpiando cada diez minutos con lavandina porque ellos no pueden destapar una cloaca. Además, nadie esta ilegal acá para que nos den una respuesta como esa", destacaron.
Otra de las consecuencias que se evidencia es que los derrames contribuyeron a que el asfalto ceda y se generen nuevos baches sobre la calzada de Código 561.
"Los automovilistas deben manejar con cuidado porque el agua hizo una cantidad de baches. A eso hay que sumarle que las tapas de las cloacas quedan salidas y cualquiera se las puede pasar a llevar", advirtieron.
Los damnificados indicaron que la problemática demandó que muchas viviendas se vieran inundadas, perdiendo una gran cantidad de objetos materiales y ahora viven con el temor de que se vuelva a repetir la situación.
"Queremos una vida normal, donde se puedan abrir las ventanas y los chicos puedan jugar tranquilos. Necesitamos que se pongan en nuestro lugar y que dejen de reírse en la situación en que vivimos", concluyeron los habitantes.

Fuente:

Notas Relacionadas

Dejá tu comentario

Las Más Leídas del Patagónico