En la práctica, las nuevas normativas preventivas a la expansión del COVID 19, son tardías o cuando no extemporáneas y generaron críticas de gran parte de la comunidad.
En principio vale señalar que es notorio que más del 95 por ciento de la gente viene utilizado algún tipo de protección facial desde hace varias semanas ya que son elementos que se exigen para ingresar a locales comerciales, bancos o sedes de organismos públicos y privados.
En relación a los autos de alquiler, varios choferes consultados por El Patagónico dijeron que en encapsulado debería haberse implementado de manera simultánea al momento en que se declaró la Emergencia Sanitaria nacional, es decir hace más de dos meses.
Pero el mayor enojo de los trabajadores del volante radica en que ahora también en se los obliga a pedir DNI a sus pasajeros por el protocolo relacionado al régimen de números pares e impares según los días de la semana.
“Nosotros no somos policías para pedir documentación a la gente y además nos resulta perjudicial perder un cliente en esta etapa de crisis económica generada por la pandemia” comentó a este medio un taxista de nombre Roberto.
Por otra parte, la nueva resolución para ese rubro laboral (la N° 14) establece que no se puede trasportar a más de un pasajero, salvo que viaje un niño que necesariamente deba ir con su padre o madre, o bien una persona que padezca alguna enfermedad y requiera de un acompañante.
Por ello, en el caso que haya dos adultos que necesitan ser trasladados, los mismos deben utilizar autos diferentes, lo que implica un doble gasto monetario.
En tanto, la Resolución N° 15 que se refiere a protectores de bocas, nariz y mentón establece de manera puntual que ese elemento es obligatorio “para las personas mayores de 3 años y con la recomendación de su utilización para niños de 1 a 3 años”.
Adicionalmente se estableció que será la policía “la autoridad encargada de verificar el cumplimiento o incumplimiento y será quien de instrucción a la Justicia Penal y al Juez de Faltas competente”.