Acusan al concejal Martínez de abusar sexualmente a una menor

Una mujer denunció en el Juzgado de Instrucción Nº 1 de esta ciudad, a cargo de Mario Albarrán, que su hija menor de edad fue abusada sexualmente por el concejal Rubén Martínez. La chica sería parte del equipo de colaboradores del edil, quien le habría prometido un contrato de trabajo en blanco cuando cumpliera la mayoría de edad.

Caleta Olivia (agencia)

El gravísimo caso fue ventilado en su edición de ayer por el diario Tiempo Sur, revelando además que existe otra denuncia por otro caso similar que involucra al concejal de la Alianza Cambiemos, Rubén Martínez.

El primero de los hechos habría ocurrido cuando el legislador comenzaba su gestión, pero recién fue denunciado en el mes de abril de este año, y el segundo dataría de hace pocos meses contra otra joven cuando ambos viajaban en una camioneta hacia Río Gallegos.

El medio periodístico de la capital señala que por el primero de los casos al juez nunca ordenó la realización de la Cámara Gesell para corroborar los dichos de la adolescente a su madre y que tampoco se conoce cuál fue el temperamento de la Defensoría del Menor.

Al respecto, fuentes judiciales consultas ayer por El Patagónico señalaron que es posible que la causa no haya avanzado con celeridad porque la madre de chica “no instó” en su denuncia a que se proceda a llevar adelante una exhaustiva investigación.

No obstante, el magistrado igualmente habría corrido vista al Ministerio Pupilar que es el que podría solicitar la Cámara Gesell, aunque debido al prolongado feriado que rige en Santa Cruz, no se pudieron obtener mayores precisiones si esa medida cautelar tuvo su curso.

POLEMICO PERSONAJE

A todo esto vale recordar que Martínez es un concejal más que polémico ya que logró su banca a fuerza de mucha presencia mediática como referente vecinal y con la propuesta de ser un interlocutor entre la política y la comunidad caletense.

Sin embargo, una vez en ejercicio tuvo varios traspiés, como una demagógica entrega de tierras sin autorización legal, creando “El Barrio de Dios” en un descampado alejado de la zona urbana.

Además, cobró jocosa notoriedad regional al afirmar que cuando pernoctaba en su oficina del Concejo, generalmente acompañado por un perro, veía la presencia de fantasmas.

Además, en sus arranques de ira toda vez que algún medio de comunicación le formulaba una crítica tildaba a todo el periodismo de ser “mercenario”, por lo cual dos trabajadores de prensa le iniciaron acciones penales.

Por otro lado, se caracteriza por no presentar proyectos y de inasistencias sin aviso a las sesiones, mientras que su última “actuación” la protagonizó hace pocos días cuando fue a la Ruta 3 a tapar baches en la deteriorada carpeta asfáltica.

En tanto la única concejal mujer del cuerpo deliberativo, Liliana Andrade, solicitó tiempo atrás y de manera formal que sea sometido a un estudio psiquiátrico, pero esa iniciativa se fue diluyendo con el transcurrir de los meses, teniendo en cuenta que en lo que va del año y por diferentes razones, son escasas las sesiones ordinarias que realiza el cuerpo deliberativo comunal.

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