Desde su inauguración, CABIN ha evolucionado gracias a la inversión en tecnología y capital humano, y a un modelo de gestión que prioriza la vocación social, y se ha consolidado como un centro oncológico de excelencia y un pilar fundamental en la atención sanitaria del sur de Argentina.
“CABIN es una entidad civil sin fines de lucro que pertenece al Estado Provincial, pero es administrada, ad honorem, por un consorcio de 18 miembros representantes de nueve instituciones de la comunidad de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly. Esta unión nos permite ser una institución autofinanciada y trabajar con un profundo compromiso humanitario”, expresó el presidente del consorcio, Fernando Lebrún.
El Centro se destaca no sólo por su calidad en la atención de la salud, sino por su vital labor social: garantiza la atención gratuita en los servicios de radioterapia y medicina nuclear a todos los pacientes carenciados derivados por el Sistema Provincial de Salud. “Esta acción social representa, aproximadamente, el 10% de nuestros pacientes, lo cual destaca el carácter esencial de nuestra institución” aseguró Lebrún.
Hoy, con orgullo, celebra un nuevo aniversario poniendo el foco en la remodelación de sus instalaciones para un mayor confort de sus pacientes durante los tratamientos, y suma equipamiento de última generación para poder brindar procedimientos más precisos y menos invasivos.
“Este año se ha avanzado en la adquisición de nuevos equipamientos tecnológicos con recursos propios gracias al esfuerzo que todo nuestro equipo realiza día a día” aclaró Lebrún. Actualmente se encuentra en proceso de compra un sistema BRAINLAB, que incluye una cámara térmica 4D. Este equipo genera una superficie térmica híbrida, altamente fiable y precisa, que correlaciona la firma térmica del paciente con su estructura 3D reconstruida. Para ello, se adquieren 300.000 puntos de superficie en 3D, los cuales se correlacionan con la señal térmica generada por la cámara, permitiendo crear una dimensión adicional para el seguimiento exacto de la posición del paciente.
Asimismo, CABIN se ha adquirido la licencia del sistema AutoContour, una herramienta basada en inteligencia artificial y aprendizaje profundo que genera contornos automáticos, rápidos y precisos. Cuenta con más de 290 estructuras anatómicas precargadas, lo que optimiza el proceso de planificación y reduce los tiempos de marcado en un 84%.
Excelencia oncológica y referencia regional
Gracias a su continua inversión, CABIN se ha convertido en un centro de derivación clave, atendiendo a pacientes de las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, entre otras.
Sus servicios de alta complejidad son cruciales: medicina nuclear y PET/CT, radioterapia y braquiterapia de alta tasa, oncología, y además, cuenta con laboratorio y atención psicológica, brindando una asistencia integral y un cálido acompañamiento humano y profesional a los pacientes durante todo su tratamiento.
“Las autoridades de CABIN desean extender un profundo agradecimiento a todo el equipo que conforma el capital humano de la institución: médicos, técnicos, físicos, personal de enfermería, administrativo y de apoyo: su dedicación diaria, profesionalismo y calidez humana son el verdadero motor que impulsa este Centro. Gracias a su incansable labor, CABIN no solo mantiene su excelencia tecnológica, sino que también sostiene su invaluable misión social y se erige como una institución ejemplar en la Patagonia”, finalizó el presidente del consorcio.
Raíces Comunitarias
La historia de CABIN es un testimonio de la acción comunitaria y cooperativa: su gestación se inició en 1979 con la campaña pública del Club Leones para adquirir el primer equipo de radioterapia. Cuatro años después de su inauguración, y ante desafíos de gestión, el mismo Club de Leones ideó la formación del Consorcio de Administración en 1988, garantizando así la perdurabilidad del servicio para la comunidad.
A 37 años de su fundación, CABIN reafirma su misión: ser un centro oncológico de vanguardia que transforma la tecnología y la gestión eficiente en un servicio de salud accesible y profundamente social, pero por sobre todo con calidad humana.