El freno en la fábrica de multinacional Mondelez, en la ciudad bonaerense de Pacheco, donde se elaboran marcas como Oreo, Terrabusi y Milka, impactó de lleno en la industria alimentaria argentina tras la decisión de la empresa de interrumpir la producción.
La medida afecta a más de 2.300 empleados, quienes recibieron licencia acordada. La actividad de reanudará el 4 de enero, algo que la empresa dijo que fue comunicado al personal y acordado con el sindicato. El cierre temporal se suma a varias novedades negativas respecto de la actividad industrial, que incluyen cierres y despidos.
Si bien en el sector asegura que la decisión de la ex Kraft es una respuesta directa al descenso del consumo y el sobrestock acumulado, la empresa indicó que “se trata de una situación propia de la planificación y adecuación operativa, que se ha realizado en otras oportunidades a fin de mantener la sustentabilidad de la actividad a largo plazo”.
“Se realizarán tareas de mantenimiento planificado y se otorgarán licencias, como parte de un acuerdo alcanzado con el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) y la Comisión Interna”, le dijeron a Infobae. No dieron más detalles ni explicaron en qué otras oportunidades ocurrió algo similar: el gremio dice que no pasa desde 2001.
Esta planta, ubicada sobre el ramal Escobar de Acceso Norte, detuvo sus líneas en un movimiento que sumó preocupación entre los trabajadores. El anuncio de la empresa incluyó la comunicación formal de la suspensión de actividades y la implementación de licencias para la totalidad de los operarios.
Fuentes gremiales señalaron que la cantidad de empleados alcanzados por la suspensión supera los 2.000, lo que representa uno de los recortes más significativos dentro del sector. La disposición contempló el pago de licencias, aunque no definió plazos ni condiciones futuras sobre el regreso a las tareas habituales.