Se trata de Claudio “Tinto” Pagano, reconocido profesional de Caleta Olivia, a quien un tribunal integrado por jueces suplentes de la Cámara Criminal de esta ciudad lo condenó a cumplir de manera inmediata una pena de 18 años de prisión efectiva.
Lo halló culpable del delito de “abuso sexual gravemente ultrajante” y de manera reiterada en perjuicio de dos sobrinas, sucesos que ocurrieron hace cuatro años cuando una de las víctimas tenía 16 años y la restante 19.
La sentencia del juicio e instancia privada fue por voto unánime y se dio a conocer a mediodía de este jueves.
Fue la médica Marisa Leno, madre de las jóvenes que también estuvieron presentes en las audiencias, quien la comunicó a la prensa y a numerosas personas que aguardaban en el acceso al edificio judicial ubicado en la avenida Leandro Alem.
Vale señalar que los miembros titulares de la Cámara se excusaron de intervenir en el juicio para garantizar la imparcialidad de la causa, dado que indirectamente tenían alguna relación de vecinos con el entonces imputado.
En consecuencia, el tribunal lo conformaron Francisco Villalón Lezcano, Rosa González (jueza de familia) y Daniel Onofri, abogado de Comodoro Rivadavia con matrícula en Santa Cruz.
La fiscalía fue asumida por Martín Sedán, la querella por los abogados Marcelo Fernández y Patricia Violeta Bianchi, en tanto que la defensa por Norberto Castello.
Pagano, de aproximadamente 60 años, llegó al juicio en libertad, la cual se la había concedido hace varios meses el juez de Recursos Humberto Monellos, al considerar que no había peligro de fuga, pero se retiró esposado de la sala y fuertemente custodiado por personal policial.
“VA A ENVEJECER EN LA CARCEL”
Al salir del edificio judicial, Marisa Leno se abrazó con familiares, amistadas y numerosos vecinos y vecinas, quienes integran diversas entidades, entre ellas la Red de Mujeres Contra la Violencia; la Mesa de Mujeres y Diversidad de Caleta Olivia, la Organización de Género y Diversidad de la UNPA y la Iglesia Evangélica Shekinah (Presencia de Dios).
En declaraciones formulas a la prensa, visiblemente emocionada por la tensión que le generó este proceso judicial, la profesional médica dijo que “la verdad es que ver como mamá que el abusador de mis hijas sale esposado, no representa una alegría sino paz”.
“La tardanza de la justicia no se puede celebrar porque fueron cuatro años de martirio pero sí podemos decir que nos escuchó y esta pena sirve para que mucha gente que sufre abusos se animen a denunciar cada caso”, apuntó.
“Estábamos en las manos de Dios, por eso aprendimos a esperar y sabíamos que iban a condenar a quien parecía ser intocable y por ello este hecho es histórico”.
Finalmente manifestó que “mis hijas por suerte se podrá ir recuperando de la secuelas por todo lo que vivieron, pero él (Pagano) va a envejecer en la cárcel”.