Denuncia abuso de su padre e inacción judicial

Cuando cumplió 18 años, Marilin Painimi decidió denunciar a su progenitor por intento de abuso unos meses antes y le hizo una visita en su domicilio de Trelew para pedirle dinero. Posteriormente amplió la denuncia ante la Justicia, señalando que a los 11 años sufrió otro hecho semejante.

La joven vive en Puerto Madryn, pero como los hechos ocurrieron en Trelew, la causa se encuentra en la Fiscalía de esa ciudad. Según ella, “no le creen ni la escuchan” en la Justicia, y ahora tiene que pagar por el tratamiento psicológico que se le determinó en junio de 2020.

Ella solicita que la revise un médico forense y le hagan las pericias psicológicas correspondientes, tanto a ella como al denunciado.

La joven contó que el 5 de abril de 2019 aún era menor y que su mamá radicó la denuncia ante la Fiscalía local, ya que el 25 de marzo de ese año la joven se comunicó con su padre y viajó desde Madryn a Trelew a encontrarse con él para retirar la compra de los elementos que necesitaba para poder cursar el Profesorado de Educación Física en Comodoro Rivadavia.

Dijo a El Chubut que en esa ocasión su padre la maltrató y que la llevó a una habitación donde “me dio plata para el pasaje y me dijo que me despida de él. Cuando le voy a dar un beso en la mejilla, mi padre me agarra los brazos y me tira encima de él, forcejeamos y yo grité y salí corriendo”, dijo, para señalar que en ese momento se dirigió a la casa de su abuela y que fue su tía quien la acompañó hasta la Terminal de Omnibus y le dijo que no visite más a su padre.

Marilin concurrió con su mamá a realizar la denuncia en Madryn, pero le dijeron que como el hecho ocurrió en Trelew, debían realizar las actuaciones en esta ciudad.

“Mis padres están separados. Luego de esa denuncia, yo hice una ampliación de la misma al cumplir la mayoría de edad”.

De este caso “están en conocimiento el doctor Jorge Miquelarena, la fiscal Julieta Gamarra y la psicóloga que me atiende, doctora Silvia Carrasco. Todos me tienen a las vueltas; yo quiero que mi tratamiento psicológico sea como corresponde, para mí y para mi padre, y que lo realice un médico forense”, dijo. El delito cometido, según le explicaron a la joven, “es abuso sexual simple; no hay condena”.

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