Aunque la alarma del Jardín °424 del barrio Abel Amaya se activó a las 05:30 de esta madrugada, el tiempo fue suficiente para que los delincuentes ingresaran barreteando una puerta, revolvieran todo y se llevaran el equipo con el que se monitoreaban las cámaras de seguridad instaladas en los accesos.
La directora del establecimiento, Beatriz Ojeda, relató a El Patagónico que no es la primera vez que sufren este tipo de situaciones. Sin embargo, en esta ocasión aseguró que vinieron "específicamente" por el equipamiento que permitía registrar y monitorear las cámaras que se instalaron en los accesos ante los reiterados hechos de vandalismo y de robos.
Los delincuentes tiraron al piso una computadora y una impresora que estaba en la oficina de la dirección, además revisaron cajones y armarios buscando dinero. La denuncia fue radicada en la seccional Quinta.
La directora de la institución lamentó que se sigan suscitando este tipo de hechos teniendo en cuenta que al lugar asisten 280 niños, entre los dos turnos a las salas de 3, 4 y 5 años, que reciben la copa de leche.