El hecho tuvo lugar el 4 de octubre de 2021 y finalmente este lunes el juez Miguel Caviglia dio a conocer su veredicto de pena, imponiéndole a Juan Emilio Llaipen la pena de dos años de prisión en suspenso.
La fiscal Andrea Rubio en su alegato se enmarcó en “la teoría mixta de la pena”, de una prevención especial y una prevención general. En cuanto a la última, en tanto se verifica una infracción a la Ley, el Estado aplica una sanción a esa conducta. Respecto a la prevención especial “que el imputado tome dimensión de los bienes jurídicos ajenos y que la pena lo re-sociabilice o lo reinserte para cumplir con las normas de la convivencia”, sostuvo.
En cuanto a la naturaleza y gravedad del hecho atribuido, deben considerarse las condiciones personales de Llaipen: tiene estudios y tenía trabajo de policía, cuya función es la prevención del delito. “Esto no puede dejar de evaluarse”, recalcó la representante del Ministerio Público Fiscal.
La funcionaria insistió en que “la conducta de Llaipen afecta a la Institución policía”, así como “la confianza que la sociedad deposita en el personal policial”, dado que “generó un daño que compromete la integridad y la eficacia de la institución policial y esto debe ser considerado como agravante”.
Como atenuante la fiscal se refirió a la hija menor del imputado y a que no posee antecedentes penales. Ella había pedido 2 años y 8 meses de prisión en suspenso.
Por su parte el defensor Mauro Fonteñez solicitó se le aplique el mínimo legal del delito por el cual se lo declaró penalmente responsable: 40 días de prisión en suspenso. Como circunstancia atenuante mencionó la falta de antecedentes penales de su asistido. En cuanto a las circunstancias agravantes mencionadas por la fiscal consideró que “no se dan”, así como tampoco las circunstancias personales de que fuera personal policial, ya que “se encuentra valorada en el agravante de la calificación legal”.
Finalmente, el juez Caviglia dio a conocer su veredicto de pena de dos años de prisión en suspenso, considerando “importante el desprestigio y deterioro que provoca su imagen en la sociedad. Se espera de un policía que no cometa delitos y se motive en la norma. Se trata de una persona que ha recibido un alto grado de instrucción. Resulta inexplicable su accionar ya que al momento del hecho se encontraba como Jefe de la Comisaría y como tal detentaba la custodia de los bienes que estaban en su patio como secuestro”.