El sospechoso de balear a Mansilla sigue prófugo

Rubén "Polar" Curillán sigue prófugo de la Justicia luego de no haber sido encontrado en el domicilio de sus padres ni de otros familiares durante los allanamientos que se efectuaron el miércoles. El joven fue identificado como el presunto autor de los disparos que hace ocho días hirieron de gravedad a Javier Mansilla. Este, junto a su amigo Rodrigo Soto –condenado por un homicidio–, habría baleado tiempo atrás la casa de la madre de Miguel Baeza y en venganza un grupo antagónico intentó asesinarlo.

"¡Mirá cómo te viniste a regalar puto!",
le dijeron a Javier Mansilla antes de asestarle tres disparos que pusieron en riesgo su vida. Es que mantenía enemistad desde hace tiempo con el bando de Miguel Baeza, un hombre del gremio de la construcción con diversas causas en la Justicia.
Según la investigación policial, el conflicto entre los bandos que lideran Rodrigo Alexis Soto y Miguel Baeza data desde hace más de un año. Ya han protagonizado innumerables enfrentamientos armados sobre las calles del barrio Máximo Abásolo, y contra viviendas de familiares de los implicados.
De acuerdo a la investigación judicial, Javier Mansilla (24) fue baleado en venganza a su supuesta participación en el ataque contra el domicilio de la madre de Baeza. Los testimonios aseguran que el herido junto a su amigo Rodrigo Soto, quien cumple 13 años de cárcel por el homicidio de Anahí Copa, se dirigieron a bordo de un vehículo hasta la casa de la madre de Baeza.
En esa oportunidad desconocidos efectuaron una decena de disparos, aunque ningún ocupante de la vivienda ni vecinos resultaron blanco de los balazos. Pasaron los meses y el propio Mansilla habría pisado territorio del bando contrario el jueves 22 por la noche, quedando expuesto al ataque armado.
Fuentes oficiales señalaron a El Patagónico que el sospechoso Rubén Alberto Curillán (22), primo de Baeza, se habría encontrado con Mansilla una vez que este terminó de ascender la zona de escaleras de Los Plátanos y Franzoni, en la Zona de Quintas.
Eran las 20:45 y ya estaba oscuro. Luego de decirle algo, el agresor le disparó en tres oportunidades. En esos momentos el padre de Mansilla pasaba por el lugar y se encontró con su hijo malherido. Lo cargó al auto y trasladó hasta la guardia del Hospital Regional.
Los proyectiles de grueso calibre le perforaron los intestinos y le afectaron el estómago. Tras una semana de permanecer internado en grave estado en terapia intensiva, el herido comenzó a recuperarse, aunque su rehabilitación total le demandará tiempo prudencial.
Durante los cuatro allanamientos del miércoles en el domicilio de Curillán y de sus familiares sobre la calle Los Ciruelos, los investigadores secuestraron cuatro armas de fuego, dos revólveres calibre 22 y 38, y dos de fabricación casera denominadas "tumberas". El presunto autor de los disparos no fue hallado.
Sin embargo, la orden de detención librada por la juez penal Raquel Tassello persiste y Curillán continúa con pedido de captura. Las viviendas de su entorno siguen vigiladas en procura de dar con el sospechoso del delito de homicidio en grado de tentativa en perjuicio de Mansilla.

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