El "supositorio de King Kong" y la vela "vikinga"

Oscar Coria recuerda una anécdota de su amigo entrañable "Chiche" Casalánguida, quien falleció este año. "Me acuerdo cuando me prestó el carro al que le llamaba 'el supositorio de King Kong'. Está hecho con un tanque suplementario de un avión. Esos tanques se usaban en la punta de las alas y cuando se vaciaban los soltaban", evoca.
El carro de Oscar se rompió cuando quedaban dos regatas más, en el campeonato Argentino que finalmente ganó en San Juan, en 1990.
Asimismo, rememora: "'Chiche' me dijo 'yo me bajo del carro y corré vos, Oscar, vos tenés que salir campeón argentino'. Corrí con su carro y salí tercero".
La vela era una historia aparte. "'Chiche' se hizo una vela de teflón, cuadrada, como la de los vikingos. El me decía que si los vikingos andaban con una vela cuadrada, por qué no iba a andar él. Salió a probarla en San Juan, habrá hecho unos 20 metros y estalló, reventó la vela. Después la reforzó y salieron a probarla al otro día a la noche. Yo no fui, pero me contaron que el carro levantó vuelo, se levantaron las tres ruedas, y mirá que pesaba 300 kilos el carro. Hizo como un paracaídas y ahí cayó, se partió la vela e hizo '¡blum!', así que no tenía vela para correr al otro día", comenta. Finalmente, Coria corrió con otra vela cedida por el municipio de Rada Tilly.

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