por Lorenzo Martins
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Faltaba más de media hora para que arranque el entrenamiento vespertino de Jorge Newbery y Luis Murúa ya estaba acarreando una escalera, llevando elementos de trabajo con sus colaboradores, dando indicaciones.
Eran los preparativos para una de las prácticas previas al partido de este domingo ante Camioneros, por la séptima fecha del torneo Federal B. El encuentro se jugará en Río Grande, por lo que la delegación comodorense partirá el viernes a las 22:00, con el objetivo de arribar a destino el sábado a las 15:00 y enfocarse en el choque con el equipo que lo acompaña en la segunda colocación, a un punto de Huracán, líder de la zona A de la Región Patagónica.
Una vez coordinado todo, Murúa invita a El Patagónico a su "búnker", para compartir una charla distendida, en la que habló de sus jugadores, los hinchas, la dirigencia y donde anunció que en diciembre, cuando concluya el certamen, también terminará su vínculo con el club del barrio 9 de Julio. "En diciembre termino y me voy, esto es confirmado ya, no continúo en esto, termino y me voy", sentenció, en la mitad de la entrevista.
EL "LOBO" DE
TRES CABEZAS
Pero antes explicó por qué divide al plantel en tres partes, de acuerdo al tiempo de trabajo que llevan los jugadores, y pidió paciencia para los que se acoplaron hace un par de meses como refuerzos.
"Al equipo lo divido en tres partes: los jugadores que están hace un año, y que llevan 600 y pico de entrenamientos, que son alrededor de diez, doce jugadores; después tengo un 'grupo 2' que comenzó en enero, y que va a terminar jugando bien; y después hay un grupo importante, donde están Santana, Asencio, Ruiz, Erro, Velázquez, Romero, Villegas, Zarzosa, Alvarez y Loncón, que les cuesta más porque están hace dos meses", comentó.
En ese sentido, advirtió: "Les va a costar a estos últimos jugadores que nombré. La gente no entiende, y no entiende la gente que está cerca y que convive con uno permanentemente, que son procesos los del fútbol, que en algún momento se ve la jerarquía de jugadores que han tenido su pasado, que vienen acá para que uno les saque todo ese pasado que fue muy rico".
Respecto del último grupo, considera que cuenta con futbolistas de jerarquía a los que deben cuidar, y destacó el bajo porcentaje de lesiones que tiene el plantel.
"Acá hay futbolistas que jugaron en Primera división, a los que hay que cuidar, protegerlos. ¿Y cómo? De la única manera, que es entrenando. Y hay que entrenar con cuidado para no lesionarlos. Nosotros hemos tenido un bajo porcentaje de lesiones. En este año y dos meses, hemos tenido tres desgarros. Para un equipo del interior y de cuarta categoría, es todo un logro de parte de todo el cuerpo técnico", ponderó.
Para cerrar el concepto, señaló: "Alguien me va a decir que al último grupo le cuesta estar en cancha. Sí, pero nosotros tenemos que ponerlos en cancha. El ritmo lo marcan los que tienen 600 entrenamientos, y después están muy cerca los que arrancaron el 2 de enero".
"EL FUTBOL ES
SHOPPING"
"Pity" Murúa compara al fútbol como un shopping, donde sólo importa lo novedoso, que en el caso de este deporte, es salir campeón.
"Nosotros salimos campeones y ascendimos, logramos el objetivo que Newbery quería. Y eso es lo que la gente no entiende. El fútbol es shopping, porque la gente se aburre y entra a pedir novedades. La novedad es que en todos los torneos tenés que salir campeón", reflexionó.
Pero el DT no se achica. "Este equipo va a clasificar a los playoffs, va a llegar a diciembre. En ese transcurso va a haber sufrimiento. Cuando te digo sufrimiento, es ganar sobre la hora, ganar con lo justo, porque aparte, por más que estén en el cien por ciento todos, nadie te dice que le vas a ganar fácilmente a un rival", resaltó.
Entre las "novedades" del shopping futbolero también están los refuerzos foráneos, algo que Murúa prefiere esquivar. "Yo dije que iba a jugar con un equipo íntegro de Comodoro y lo estamos haciendo. La manera de bajarles el presupuesto a los dirigentes de Newbery, fue no contratar gente por la que el club tenga que pagar un fijo, todos los meses, de luz, gas, comida y departamento", argumentó.
REDOBLAR EL DESAFIO
PARA IRSE TRANQUILO
El técnico "aeronauta" ve este ciclo distinto al del ascenso. "A mí me contrataron para ascender y ascendí. Ahora yo me propuse ascender al Argentino A. ¡Yo fui! Y yo se lo transmití a los jugadores, y entre el cuerpo técnico y los jugadores se lo transmitimos a los dirigentes", explicó.
En ese sentido, disparó: "Ahora, que no vengan ni los dirigentes ni los hinchas a decirme que tenemos la obligación de ascender. No, ya la tuve a la obligación, no me rompas las bolas".
Luis Murúa vive intensamente el día a día, pero siente que no debe seguir en Newbery tras la finalización de la temporada. "En diciembre termino y me voy, esto es confirmado ya, no continúo en esto, termino y me voy. Este es un proceso que se termina en diciembre, y es un proceso en el cual yo insté a que íbamos a ascender, porque quiero dejar un ascenso más", sentenció.
"Este proceso se alargó porque estuvo el éxito del ascenso y porque yo estaba entusiasmado con los jugadores. Sinceramente, para mí, el proceso tendría que haber caducado en mayo. Yo les dije 'me quedo cuatro meses más y vamos por el ascenso, pero es a matar o morir, a entrenar como yo quiero'", confesó.
Asimismo, considera un éxito este ciclo. "Como sé que después de diciembre no voy a tener más fuerzas, no voy a romper más las pelotas, digo 'hasta acá llegué'. Y termine como termine, este ciclo es exitoso, lo miren de donde lo miren", aseguró.
Al éxito lo ve representado en sus jugadores. "Nosotros tenemos en cancha a Tula, Nieto, Cárcamo, Videla, Castro, García, Bazán, Rubio, Pacheco. Muchos de estos chicos vienen jugando el torneo local desde hace diez años. Hicieron todas las inferiores acá, jugaron acá, son hinchas de Newbery. Estos chicos comenzaron conmigo en Diadema, y perdiendo, el año pasado", enfatizó.
"Después de este proceso, a Newbery le va a quedar un equipo armado, ya sea para el Argentino A o para el B. Entonces, el entrenador que venga, lo único que va a tener que hacer es sacar resultados. Todo lo otro lo va a tener", remarcó.
UN AÑO "INOLVIDABLE"
"Pity" Murúa es consciente de que lo vivido en Newbery desde enero será difícil de repetir. "Este año fue inolvidable para mí, por lo que viví con los jugadores, por las cosas que viví acá adentro. No me lo saca nadie. Yo soy ambicioso de la gloria, no del dinero. Gano para comer y para ayudar a mis hijas. Nada más", rescató.
Por eso considera a sus jugadores como si fuesen sus hijos. "Mis jugadores son mis chicos, son mis hijos, los cuido. De estos 24, no le doy el pase a nadie. Ya sufrí mucho. A esta altura, ya sufro. Sufro cuando alguien que estuvo un año conmigo se tiene que ir. Por eso prefiero cortar el proceso", afirmó.
"Lo que me llevo de los viajes, de los partidos, de las finales, de los penales, no lo voy a vivir nunca más. Nunca más voy a vivir finales como estas, nunca más, porque nunca más van a haber cuatro finales. De la forma en que se dio, nunca más", aseveró.
Murúa fue más allá, para explicar su sentimiento. "Esa emoción no me la saca nadie. Es algo comparado solamente con el Boca de Bianchi. Después, hay millones de diferencias en los otros aspectos, pero en el aspecto humano estamos a la par de cualquiera del mundo. Vivimos las mismas situaciones, la misma tensión, el mismo momento de emoción, nos quedamos sin voz, nos quedamos cerca del infarto", recalcó.
Ahora, después de vivir el último clásico comodorense con las dos hinchadas, quiere más. "El otro día miraba y decía 'ojalá que pueda jugar dos clásicos más', porque tengo la esperanza de que juguemos el otro, de que pasemos los dos y que después nos crucemos en los playoffs, como la historia manda", remarcó Murúa.
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- 21 septiembre 2016