A través de un comunicado, la Fundación por la Paz presentó contra la producción de Gran Hermano un amparo ya que consideran que Ariel sufre bullying por parte de Alfa desde su ingreso a la casa y se plantea una situación terminante: su expulsión.
Según el escrito, se han recibido cientos de denuncias que demuestran las “irregularidades graves en la convivencia” y sostuvieron que el hermanito es “intimidado, maltratado y hostigado de modo amenazante” por el mayor de la casa.
En un fragmento del texto, explicaron el significado de la palabra bullying para respaldar el pedido. “Es la exposición que sufre una persona a daños físicos y psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otro”, dice.
Y suma: “El acosador aprovecha un desequilibrio de poder que existe entre él y su víctima para conseguir un beneficio, mientras que el acosado se siente indefenso y puede desarrollar una serie de trastornos psicológicos que afectan directamente a su salud”.
Por estos motivos desarrollados, la Fundación por la Paz manifiesta que Ariel “es una persona percibida como diferente por su obesidad o dificultades de integración social”.
En tanto, explicaron que gran parte del público del exitoso reality de Telefe está integrado por personas mayores de 55 años y son quienes han “remitido cientos de miles de denuncias proclamando que el Sr. Wálter Santiago no los representa toda vez que se adjudicó ser representante de la tercera edad y los adultos mayores de la casa”.
Según detallaron, Walter Santiago presenta una conducta "narcisista y egocéntrica. No es empático con quien lo rodea, es impulsivo y va directamente al acoso sabiendo que sus acciones traen consecuencias. Sus palabras son hirientes".
Además, señalaron que es la segunda vez que se dirigen hacia la producción del programa por "un episodio de tocamiento dentro de la casa" y anticiparon un futuro accionar contra Alfa “y otros” en caso de que no prospere esta solicitud.